Chilpancingo.— Los homicidios contra militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se incrementaron durante el periodo de gobierno de Ángel Aguirre Rivero; en los últimos dos años han ocurrido alrededor de 20 ejecuciones.

Otros institutos como PAN, PRI y PT han sufrido el asesinato de sus militantes en los últimos 10 años, pero el PRD es el partido que más ha padecido la situación de violencia.

Con el asesinato de Aidé Nava González, precandidata a la alcaldía de Ahuacoutzingo, de 2005 a la fecha ese instituto político lleva un registro de 60 militantes asesinados.

El 6 de enero de 2013 el PRD entregó a la entonces Procuraduría estatal una lista de casos de 41 perredistas y dirigentes sociales afines al sol azteca asesinados, cuyos crímenes no se han esclarecido a la fecha ni tienen avances de las investigaciones.

Perfecto Rosas Martínez, quien en el anterior Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del PRD era secretario de Derechos Humanos, recuerda que la lista comprendía homicidios de militantes desde 2005 a enero de 2013. Asegura que la ex procuradora Martha Elva Garzón Bernal nunca les dio avance de ningún caso.

Perfecto Rosas, quien es hijo de Justiniano Rosas Farías, ex dirigente del PRD que fue asesinado a balazos en 2009 en la Costa Grande de Guerrero, lamentó el asesinato de Aidé Nava y consideró que “la Fiscalía (General del Estado) no tiene interés en resolver los crímenes contra el PRD. En el caso de mi papá les dijimos quiénes eran, dónde estaban, sólo hacía falta ir por ellos y no hicieron nada”.

En sus cálculos, de 2013 a 2015, han sido asesinados dos decenas más de militantes del PRD, entre ex dirigentes, funcionarios y líderes de ese partido. Indica que la Costa Grande guerrerense es la región donde hay mayor incidencia de casos.

Otros casos de asesinatos son el de ex diputado local Armando Chavarría Barrera, quien era mencionado como el candidato de su partido a la gubernatura en la contienda de 2011.

También la ejecución del síndico administrador de Iguala, Justino Carvajal Salgado, en 2013, cuyo crimen es atribuido al ex edil de ese municipio, José Luis Abarca Velázquez. Justino era sobrino del ex munícipe de Acapulco y ex dirigente del PRD, Félix Salgado Macedonio.

Otro de los asesinatos más sonados fue el ocurrido el 3 de junio de 2013, cuando la Policía Estatal halló los cadáveres de Arturo Hernández Cardona, Ángel Román y Rafael Banderas.

Además de militar en el PRD, Hernández Cardona dirigía la Unión Campesina Emiliano Zapata (UCEZ). Mediante un testimonio notariado entregado a las autoridades desde 2013 se expone que Abarca Velázquez le dijo a Cardona: “Me voy a dar el gusto de matarte”.

Partidos como el PRI, PT y PAN no escapan de la violencia, ya que en varios casos se vincula al crimen organizado. Apenas en 2014, el líder del PRI en el municipio de San Miguel Totolapan, Carlos Salanueva de la Cruz, fue asesinado; mientras que en 2010, Rey Hernández, dirigente del PT, también fue ejecutado. En ambos casos no hay avances en las investigaciones.

Además, durante el periodo de Ángel Aguirre dos militantes del PAN fueron asesinados: Braulio Zaragoza, el secretario general del partido, y Guillermo Cisneros Chegüe, ex regidor de Acapulco, ultimado en febrero.