Chilpancingo.— Antonia Morales y Walter Emmanuel Añorve Rodríguez —dos de los dirigentes de una de las dos fracciones en que quedó dividida la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG)— dieron a conocer que el próximo domingo ambas partes se sentarán a dialogar en Acapulco en torno a la unidad de esta organización.

Entrevistados durante la toma de las instalaciones de las oficinas de cobro de la Secretaría de Finanzas (Sefina), añadieron que hay voluntad política en ambas partes para discutir sus diferencias, y avanzar en la recomposición del magisterio disidente en Guerrero.

Agregaron que la recomposición de la unidad es necesaria porque están en riesgo de no ser reconocidas 27 mil plazas de maestros, 21 mil 500 estatales, y el resto federales, pero en materia de estabilidad laboral el número aumenta aun cuando señalaron que no tienen el número preciso.

Informaron que el martes próximo volverán a marchar en Acapulco, sobre el bulevar de las Naciones, donde fueron reprimidos por policías antimotines federales el 24 de febrero pasado y donde murió el profesor jubilado Claudio Castillo Peña, a quien se le rendirá un homenaje en ese lugar.

Añadieron que con esta manifestación se trata de mostrarle al gobierno que el magisterio de Guerrero “está en pie de lucha a pesar de la división”.

En su segundo día de protestas como parte de su plan para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas, maestros realizaron pintas de protesta en una patrulla militar.

Luego de partir en marcha del zócalo capitalino, donde desde el 8 de octubre mantienen un plantón, los docentes acudieron a la calle 5 de Mayo a sólo tres cuadros del centro, en donde se pronunciaron con consignas.