Elaborados de manera artesanal, los juegos artificiales conocidos como toritos, castillos y bombas, son las más solicitadas durante las Fiestas Patrias para celebrar el Grito de la Independencia y ponerle mucho color y diversión a la celebración.

En el poblado del kilómetro 30, en la zona rural de Acapulco, la señora Juana Andraca Flores, junto con su hijo Aldo Escobar Andraca, arman las piezas para tener listos para la fiesta del 15 de septiembre, al menos, ocho toritos.

En una mesa de madera, ubicada en el patio de la casa de doña Juana, tiene listo los moldes, los cartuchos, tierra combinada con barro, la poca pólvora que utilizará para los chifladores y polvo gris para dar luz y color al momento de encenderlos.

Varas de Bambú, hilo encerado de chapopote, hojas blancas recicladas y engrudo, son parte del material que se utiliza para cubrir el molde del toro.

Con 30 años de experiencia, doña Juana dice que sin "pirotecnia no hay diversión ni color en una fiesta" , y es parte de la tradición mexicana.

A pesar de ser un trabajo peligroso, señala que hacer castillos, bombas y toritos de diferentes tamaños para ella es una artesanía y que gracias a este trabajo ha sacado adelante a sus cuatro hijos y ha levantado su casa.

Por caer el día 15 de septiembre un lunes, los pedidos de toritos fueron bajos en comparación al año pasado donde se elaboraron al menos 15 toritos, tres castillos con leyendas alusivas a los héroes de la Independencia y más de 10 bombas.

"En está ocasión sólo fueron ocho toritos y que se pueden elaborar en menos de una semana, está vez no hubo castillo, las ventas están bajas" , afirmó.

Explicó que para elaborar un torito, primero hacen el molde, dependiendo el tamaño del toro con varas de bambú e hilo encerado de chapopote, se corta una hoja blanca en varios tamaños para formar los conos y se pegan con engrudo.

Doña Juana detalló paso a paso que a los conos que se utilizan para los toros como chifladores y busca pie se le pone un poco de barro para que la persona que lo vaya a tomar no se queme.

Además, se le coloca un poco de luz plateada que es la que tira el torito y se le pone un poco de pólvora negra.

Un torito también se compone por tres o cinco aros dependiendo del tamaño y las vueltas que el cliente quiera que de así como los chifladores y luces de colores.

Relató que ha convivido y se capacitado con expertos de pirotecnia en Zumpango, Estado de México, le han enseñado como utilizar mejor la pólvora y da gracias a Dios que hasta el momento no ha tenido accidentes.

Sin embargo, dijo que ella misma elabora la pólvora de manera manual y en un predio fuera del pueblo, ya que en temporada de lluvias es muy peligroso si el material está húmedo porque puede llegar a explotar.

Durante la platica, doña Juana va pegando con hojas blancas mojadas con engrudo al molde del toro, y su hijo Aldo está a punto de concluir el molde de otro toro más.

Señala que un castillo de nueve metros se lleva una semana en su elaboración y dependiendo los colores, aros giratorios y los dibujos o leyendas que el cliente quiere que la conforman.

El costo puede variar hasta los 18 mil pesos y los toros van desde 150 a 300 0 500 pesos, también de acuerdo al tamaño.

Durante estas fiestas patrias, en las celebraciones de los pueblos y en los festejos de la Virgen de Guadalupe y temporada decembrina, las ventas se incrementan y este año tiene fe en que se supere a la del año pasado.

Recordó que en el 2013, en diciembre llegó a vender hasta 150 toritos y desde agosto y septiembre empiezan armar los moldes.

Para elaborar las bombas, también requiere de tiempo ya que se rellenan bandejas de fibra con semilla de algodón, pólvora graneada y se forra con papel, se coloca la mecha y una carga de pólvora. Las bombas de acuerdo al tamaño, dijo que tiene costo de 800 hasta mil 500 pesos de acuerdo a los tiempos de disparo.

Doña Juana dijo que ellos instalan el equipo compuesto por tubos de PVC y detonarlos.

Cada seis meses en el patio de su casa, doña Juana planta el bambú que lo va utilizando para armar los toros y castillo.

Señaló que mientras para otros las hojas blancas utilizadas ya es basura, para ella es material que recicla para armar sus toros, castillos y bombas que son parte de las artesanías y tradiciones de las fiestas mexicanas.