Oran por Edgar Tamayo en Miacatlán, Morelos
ESPERANZA Familiares y amigos oran por el mexicano que será ejecutado hoy por la tarde . (Foto: Jorge Serratos )
Habitantes de esta comunidad ubicada a unos 40 kilómetros de la capital del estado de Morelos iniciaron una cadena de oración para pedir que sea suspendida la ejecución Edgar Tamayo, condenado en 1994 por el asesinato de un policía, por lo que a las 18:00 horas está programado que le apliquen una inyección letal.
"Salvemos a Edgar", es la frase que pronuncian vecinos y amigos de este hombre originario de Miacatlán, quien a los 18 años emigró a Estados Unidos y por el que hoy, cerca de las 17:00, se reunirán afuera del domicilio de sus padres decenas de personas para continuar orando por él.
María Magdalena Arriaga Valle, amiga de Tamayo muestra las últimas cartas que Edgar le envío desde la prisión en Texas y las cuales le habla de la vida, y de lo que el sentenciado considera, la importancia de estar cerca de Dios.
Padre de dos hijas, Tamayo manifiesta en la comunicación epistolar con Arriaga Valle, su preocupación por sus familiares, por sus amigos que dejó aquí.
"Tenemos esperanza, aún hasta el último minuto para que se revoque la pena de muerte", expresó Arriaga Valle, quien recuerda las palabras de ánimo y aliento que Tamayo le manifestaba en todas sus cartas.
Cuauhtémoc Sotelo Franco, cuñado de Omar Tamayo, quien es hermano de Edgar, recordó las ocasiones que lo fue a visitar a prisión y muestra una foto que le tomaron junto al sentenciado a muerte.
"Hablábamos del pueblo, de la gente de aquí, de su familia, de cómo estaban todos por acá", comentó Sotelo, quien es presidente del Comisariado Ejidal de Miacatlán.
Vecinos de la familia recuerdan que fue un niño travieso y sostienen que están seguros de que él no dio muerte al policía Guy P. Gaddys.
Ofelia Sandoval, una mujer de 80 años que vende quesadillas, dice que lo conoció desde niño, que si era travieso, pero que era una buena persona.
"Andaba por aquí jugando pelota, a los encantados y de más grande le gustaba mucho torear. Era travieso como todos, pero es bueno, por eso el gobierno lo debería defender más", expresó la mujer, quien al igual que habitantes de esta comunidad manifiestan su esperanza de que Tamayo no llegue al fin de su vida hoy.
jlr