Zacatecas, la "pista" de atletas kenianos
PREPARACIÓN. La altura a nivel del mar ayuda a los atletas a ser más resistentes en carreras y maratones; la ciudad de Toluca es otra de las áreas que favorecen sus entrenamientos por su ubicación geográfica. (Foto: Juan Ortega EL UNIVERSAL )
GUADALUPE
Más de una treintena de inmigrantes provenientes de Kenia —país considerado como semillero de los mejores atletas del mundo—, escogieron México para radicar por su ubicación geográfica y Zacatecas por su altitud sobre el nivel del mar, además ésta última característica es la principal similitud que hay con su patria y que les permite realizar un mejor entrenamiento.
Las estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM) reportan que en Zacatecas hay 46 kenianos, de éstos, 43 radican en Guadalupe (ciudad conurbada con la capital del estado). Sin embargo, ellos refieren que actualmente son unos 30 atletas kenianos establecidos en este lugar.
Christopher Kipyego, de 40 años de edad, llegó a Zacatecas desde el año 2003 y resume las razones de su estancia en este país: “Nos dedicamos al atletismo. De esto vivimos. Es lo que sabemos hacer y nos hemos preparados desde chicos. Es nuestro potencial, porque allá las condiciones son difíciles para estudiar una carrera”.
Señala que desde hace décadas escogieron México para radicar por temporadas, debido a que es punto intermedio entre Canadá, Estados Unidos, Brasil y otros países de América.
Al precisar su elección por Zacatecas, con una ligera sonrisa dice que es por la misma razón: por ser un lugar central dentro del país, pero sobre todo por las condiciones de altitud; condición que también existe en Toluca, sitio que actualmente acoge a 70 atletas.
Las dos entidades mexicanas están arriba de los dos mil 400 metros sobre el nivel del mar.
La altura les ayuda a ser más resistentes y en sus entrenamientos para diversas carreras y maratones realizados en los países americanos.
Presume que la diferencia entre Kenia y Zacatecas es que allá sí hay mucha lluvia y vegetación, en cambio aquí son zonas semidesérticas, “pero es muy bonito. Nos gusta mucho”.
Ser atleta, una forma de vivir
Todos corren constantemente para ganar el mayor número de premios en maratones y decenas de carreras, con premios que llegan a oscilar entre 200 mil a 400 mil pesos, mientras que los mínimos triunfos económicos son entre cinco mil a 10 mil pesos.
Incluso, dicen que hay escuelas en Estados Unidos que viajan a Kenia en búsqueda de atletas y les pagan todo hasta por tres o cuatro años para que representen a sus instituciones en los maratones. Japón y China también participan en la selección. Cada año llegan a buscar hasta ochos mil atletas para entrenarlos.
Por ello, cuando deciden salir de su país definen su lugar para radicar. En Guadalupe, muchos de ellos se juntan en grupos de tres a cinco personas y rentan viviendas de interés social.
Christopher Kipyego, Joseph Hgetich y Philip Yego comparten una vivienda que han ido amueblando al paso del tiempo; los visita Richard Chelimo, que vive en un fraccionamiento aledaño. Ambas colonias están cercanas a la Unidad Deportiva de Guadalupe, en donde realizan algunos de sus entrenamientos, ya que en determinados días sus disciplinas de ejercicio deben ser de resistencia y otras de distancia. También se ejercitan en praderas y cerros para mejorar su condición física.
Comentan que en Kenia viven en los ranchos, alejados de la ciudad.
Christopher es el que tiene una mayor trayectoria como atleta, ya que ha corrido en los más grandes maratones de América; Joseph, de 28 años de edad, menciona que ya está a punto de subir a otro nivel del atletismo y espera en este año correr su primer maratón, ya que hasta el momento sólo ha participado en medio maratón y carreras de cinco y 10 kilómetros
Viajan dos a tres veces al año a Kenia, por lo general en diciembre.
A pesar de que se conocen, admiten que no realizan eventos especiales ni cuentan con un líder o una representación única en México.
Agregan: “Nuestros representantes son mexicanos, son nuestros managers. Sin ellos no podemos correr. Ellos se encargan de nuestros asuntos legales y deportivos. Nosotros cuando ganamos, pagamos impuestos”.
Vivimos en los dos países
Viven por temporadas tanto en México como en Kenia. Todos ahorran el dinero para sus familias y para el pago de sus viajes, que es lo más caro de sus gastos.
Christopher tiene allá a su esposa y a sus dos pequeños hijos, así como su madre y seis hermanos.
Todos hablan su idioma nativo swahili, así como inglés. Son pocos los que han logrado aprender el español.
Algunos son cristianos y tratan de seguir con sus enseñanzas. Refieren que en México hay muchos católicos y en Kenia hay más cristianismo.
Aunque no dejan de hacer comidas tradicionales de su tierra y preparan un platillo de Kenia que se llama Ugali, les gusta la comida mexicana: “Comemos de todo”, aunque precisan: “¡Bueno, chile no comer! ¡Picante eso no!”
Los atletas kenianos aseguran que en México jamás han sido agredidos ni discriminados. “Los mexicanos ser muy buenas personas”.