POTAM

Los yaquis no están dispuestos a ceder. Ante la emergencia que se vive en siete municipios por la contaminación del río Sonora con sulfato de cobre, proveniente de la minera Buenavista del Cobre, aseguran que no ayudarán con su suministro, porque el gobierno de la entidad no ha sabido valorar que “el agua es vida”.

También preparan más bloqueos en contra de Grupo México y se unirán a las manifestaciones del Sindicato Minero en la ciudad de Cananea.

“Uno hace lo que sea por defender sus tierras, por eso se utilizan los machetes”, cuenta el gobernador de Potam, Raúl Molina.

Desde 2010, la tribu yaqui rechaza la construcción del Acueducto Independencia, que dotará de 75 millones de metros cúbicos anuales a Hermosillo. Aseguran que durante las últimas décadas autoridades de Sonora han utilizado el caudal y lo han secado. Consideran que el proyecto es el golpe final para sus recursos.

Aunque la emergencia por la contaminación afecta a la gente que vive en el margen del río Sonora, los yaquis también beben agua contaminada.

En Belem, parte de la tribu Yaqui recibe agua sin tratar, antes de que llegue a la planta potabilizadora de Guaymas.

Aquí, mujeres como Claudia, de 22 años, sólo cuelan el agua —de una coloración rojiza— con un trapo antes de beberla y sus niños tienen afectaciones en la piel.

Luis tiene tres años y no habla mucho. Desde hace algunos meses tiene ronchas en la frente, el doctor del pueblo le dijo que era por estar en el sol. Los sobrinos de Claudia tienen el mismo problema, aunque no pueden saber si es por el agua que consumen.

Ellos viven de apoyos del Programa Oportunidades y de trabajar el campo, donde se gana entre 100 y 120 pesos por jornadas de ocho horas: el esposo de Claudia, Sergio, de 21 años, dice que los patrones cambian los sueldos.

Hace unos meses Oportunidades les entregó una hoja para que la familia propusiera un negocio. Pero ninguno sabe leer y no pueden ir a dejar la solicitud a Hermosillo, como les indicaron.

Eva González también vive en Belem. Los últimos meses se ha alimentado de quelites que encuentra en el monte, porque aquí no hay trabajo. Vivir al día cobra aquí otro significado cuando no hay tiendas Liconsa, Diconsa y los empleos son limitados.

Agua, identidad cultural

Hace unas semanas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó al Estado mexicano información sobre las medidas cautelares solicitadas por la tribu Yaqui para salvaguardar su supervivencia cultural, que se encuentra en riesgo por la operación del Acueducto Independencia y la inejecución de la sentencia de la Suprema Corte del 8 de mayo de 2013.

Manuel Velázquez, del cuerpo técnico de la tribu Yaqui y quien ayudó a realizar las consultas, explica que si ceden agua de su río perderán la identidad cultural.

“Hay leyendas que hablan del río, ahí realizamos las bautizos de la tribu Yaqui, pero sin agua, todo eso no se puede entender”.