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Chilpancingo.— Por hechos relacionados con el narcotráfico, la violencia en la zona norte de Acapulco repuntó por lo menos en los últimos dos meses del año, lo que provocó el cierre de 198 escuelas, situación que afecta a 31 mil 355 alumnos, pues se quedaron sin clases desde hace dos semanas.

El secretario de Educación en el estado, Salvador Martínez della Rocca, admitió que esos hechos no son aislados, ya que tiene el reporte de por lo menos 19 secuestros en cinco colonias de esa franja norte del puerto.

Informó que también en municipios de la Montaña Baja, como Chilapa, “por cuestiones similares” unos 10 mil estudiantes —no precisó el número de escuelas cerradas— están sin clases.

Admitió que es grave la situación que viven maestros, padres de familia y estudiantes de planteles ubicados en las colonias Emiliano Zapata, Colosio, Sabana, Renacimiento y Pie de la Cuesta, en cuyos sitios desde 2006 se han registrado hechos de violencia como secuestros, levantones, y extorsiones, por actividades del narcotráfico.

“Los profesores en Acapulco están viviendo una situación muy grave, también padres de familia me lo han comentado; ha habido 19 secuestros en un tiempo corto; la cosa está mucho muy delicada, no hay condiciones de trabajo para ellos ni para los niños, pero yo no puedo levantarles actas, ¡si me secuestran a una niña la responsabilidad será mía!”, señaló.

La violencia en el puerto por la pugna entre grupos antagónicos del crimen organizado no es un fenómeno nuevo. En 2011, un mes después de que el gobernador con licencia, Ángel Aguirre, asumió el cargo, maestros —sobre todo de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG)— se manifestaron para exigir seguridad en las escuelas.

A mediados de octubre de 2011, profesores de colonias como la Jardín Mangos, Zapata, Renacimiento y las antes citadas, se movilizaron en la costera Miguel Alemán, para exigir condiciones de seguridad. Maestros de la primaria Baltasar R. Leyva, donde un maestro fue secuestrado, señalaron que en los últimos meses de ese año al menos había habido 20 asaltos.

Marcharon más de 20 mil maestros en diferentes ocasiones para exigir acciones para reducir los niveles de inseguridad; a la fecha, casi tres años después, el fenómeno se recrudece, según maestros inconformes en esa zona.

Como ejemplo, dijo Rocío Rojas, una maestra de una primaria de la colonia Renacimiento, la violencia ha escalado al grado que el 9 de diciembre, la dirección de la secundaria general 100 Álvaro Obregón, en la colonia El Coloso, fue quemada por un grupo de hombres encapuchados, según testimonios de vecinos. En el plantel las clases se suspendieron desde el 3 noviembre.

Ante estos hechos, el secretario de Educación garantizó que la situación se normalizará, dijo, en 10 días, aunque admitió que los reportes que tiene sobre los secuestros de maestros de esas escuelas, es de 45 días a la fecha.

Para el 7 de enero próximo, garantizó, habrá condiciones de seguridad para el regreso a clases, porque junto con la Secretaría de Seguridad Pública, la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) pondrá en marcha operativos especiales para que los niños asistan de manera normal a sus clases: “Es un compromiso que ya hice con los padres de familia; habrá garantías de seguridad para el regreso a clases”.

La violencia en Acapulco se ha agudizado, admitió, por ello 63 planteles de preescolar, 51 de primaria y 84 de secundaria cerraron sus puertas. Esas escuelas albergan a 31 mil 355 alumnos “sólo en las colonias que dije”.

Walter Emanuel Añorve, dirigente de la CETEG en Acapulco, denunció que las autoridades están coludidas con la delincuencia y reclamo que sigan ocurriendo esos hechos.

“Del problema de inseguridad tuvieron conocimiento, pero no hicieron nada por el grado de corrupción, y cómo hacer algo si el gobierno está ligado al narcotráfico”, acusó.

El primer síndico procurador de Acapulco, Armando Tapia, aseguró que hay coordinación con la federación; recordó que mil 600 policías de la Gendarmería resguardan Acapulco desde la semana pasada y “ya hay presencia en la zona costera, en la Renacimiento, en la Colosio, en la Zapata”, entre otras, señaló.

Admitió que la violencia en el puerto repuntó, pero aseguró que el alcalde Luis Walton, quien declinó a dar declaraciones a medios de comunicación “porque tuvo reuniones todo el día”, está en coordinación con la Policía Federal, la Marina y el Ejército, para restablecer la seguridad.