TODOS SANTOS

“De parte del señor presidente”. Esa era la frase que como rezo de rosario decían los hombres cada que entregaban una caja de despensa a las mujeres que se formaban al lado del tráiler y a los hombres, a quienes les daban dos botellas de agua.

“Gracias”, dijeron algunas mujeres en el momento en que recibían la caja, a lo que uno de los hombres les decía: “Gracias a él, al señor presidente”.

Pero Josefina Torres Amador, una mujer de 60 años, quien vive en esta comunidad, considera que no es correcto que les digan que les mandan la despensa de parte del presidente.

“Yo creo que cuando alguien regala algo no tiene por qué estarlo diciendo. Siento que es mejor que digan: ‘mire, esto es para el sustento de su familia’. Para mí eso es más válido y no que anden en medio de la tragedia diciendo que alguien nos la dio; sólo que haya salido de su bolsa”.

Uno tras otro, los que hacían fila bajo el fuerte rayo del sol escuchaban esa frase. A las mujeres les daban una caja de despensa con víveres para alimentar a una familia durante seis días. Eso les decía la persona que portaba un chaleco con el bordado de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación al momento de la entrega de las despensas y quien declinó que se le hiciera una entrevista.

Las cajas contienen un sobre de café soluble de 50 gramos y otro de chocolate en polvo de 250 gramos, así como bolsas de frijol cocido entero de un kilo con 200 gramos, arroz precocido de 750 gramos y de sopa instantánea de 328 gramos.

Además, una lata de cochinita pibil de 250 gramos y una más de chiles jalapeños verdes de 200 gramos, así como un kilo de harina de maíz, 480 gramos de leche semidescremada en polvo y sardina en tomate, además de un paquete de 400 gramos de galletas de avena.

A los varones de esta localidad, que hacían una fila paralela a la de las mujeres otras personas con playeras con el logotipo de Fonatur les entregaban dos botellas de agua de un litro y otro de los encargados de entregarlas se les acercaba y también les decía: “Aquí les manda el presidente estas botellitas de agua”.

Así era, la frase se repetía y se repetía, mientras la fila avanzaba hasta que se terminaron las despensas y las botellas de agua. Pero el reparto siguió con colchonetas y también la frase: “De parte del señor presidente”.

Los habitantes de esta comunidad agradecieron el apoyo hasta ahora entregado, pero demandan más víveres y agua.

Algunas mujeres luego de recibir su caja de despensa se quejaron de que les preguntaran antes de entregárselas si eran casadas o si tenían hijos.

Quienes las repartían argumentaban que las despensas eran para una familia, que sólo se entregaría a madres con hijos, pues su contenido alcanzaba para ser consumido por varias personas.

A una mujer que sí le proporcionaron una despensa le preguntaron si era casada y respondió que era madre soltera, que tenía un hijo, y le subrayaron que entonces intentara compartir parte de su contenido, pues éste estaba hecho para seis personas.

Luego de terminar el reparto de colchonetas, el personal asignado se comprometió a regresar mañana con más despensas para seguir entregando a los afectados.