Transpeninsular, entre dos fuegos
LEGADO. Está previsto que el tren pase por varios pueblos coloniales, ubicados tanto en Yucatán como en Quintana Roo. (Foto: FOTOS LORENZO HERNÁNDEZ )
PUNTA VENADO
Controversial de origen, el proyecto del Tren Transpeninsular Mérida-Punta Venado se ha ido transformando en un lucha abierta, aderezada por intereses económicos y políticos de la región, tanto de Cancún como de la Rivera Maya.
La disputa amenaza con retrasar la obra, que costará cerca de dos mil millones de dólares y que, de acuerdo con la versión oficial, servirá para detonar el desarrollo económico y turístico de la zona, en la que se encuentran lugares como Cobá, Tulum y Playa del Carmen.
Mientras crecen las pugnas, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) inició los primeros trabajos de levantamiento técnico e hidráulico en los municipios yucatecos de Izamal y Valladolid, y se hará lo propio en los próximos días en Cobá y Punta Venado, Quintana Roo, que es el destino final del recorrido planteado en el proyecto original.
Sin embargo, la presión de empresarios hoteleros y de turismo de Cancún continúa. La petición es que el proyecto se modifique y, en vez de Punta Venado, el destino final sea aquel centro turístico.
De no aceptar la propuesta, “en unos años más tendrán a un Cancún en quiebra”, advierte el presidente de la Asociación de Hoteles, Roberto Cintrón Díaz del Castillo.
“Hay cosas que no se entienden; ¿por qué a Punta Venado? Ahí hay unas cuantas personas, los cruceros llegan y bajan turistas por horas y se van, no tiene lógica; la SCT tiene qué aclarar por qué en ese lugar, cuando lo más inteligente sería que fuera en Cancún”, expresa.
Asegura que con esa ruta se pretende impulsar la actividad de los cruceros, instalando ahí un home port y permitir que las navieras tengan por fin la Rivera Maya para sí; “es su cereza del pastel”, agrega el empresario hotelero.
“En todo esto tiene que ver la política nacional y del PRI; hay un grupo de familias que han tenido desde gobernadores y hasta secretarios de Energía”, a quienes se quiere favorecer, declara en referencia al titular de dependencia federal y ex gobernador de Quintana Roo, Pedro Joaquín Coldwell. “Ahí hay un compromiso”, afirma.
Opción entre dos rutas
El proyecto original del gobierno federal plantea que el Tren Transpeninsular contará con cinco estaciones en una primera etapa: en Mérida, Izamal, Valladolid, Cobá y Punta Venado. La obra propone dos posibles rutas.
El primer recorrido establecería una conexión directa de Mérida al puerto de Punta Venado, pasando por Valladolid, con una longitud de 279 kilómetros.
En esta ruta se establecerían libramientos —vías nuevas— únicamente en áreas cercanas a los poblados de Tixkokob, Cacalchén, Tekantó y Tunkás en Yucatán.
La segunda ruta —también de Mérida a Punta Venado— contempla una desviación antes de Valladolid, la cual conduciría a Chichén Itzá; la desviación sería en el municipio de Dzitás, para incorporarse nuevamente a la trayectoria de la primera ruta a la altura de Valladolid.
La longitud de la desviación a Chichén Itzá es de 55.71 kilómetros, que se agregaría al recorrido final.
El proyecto original cruza por 65 municipios y, de acuerdo con el resumen ejecutivo, el Tren Transpeninsular transportaría a pasajeros y a turistas, pero además ofrecería servicio de carga.
Una vez en operación, permitirá la movilidad aproximada de siete mil 992 pasajeros al día, con tiempos de recorrido que oscilan entre una hora con 18 minutos a dos horas con 30 minutos, según la ruta por la que se defina.
El servicio de carga abarcaría una ventana nocturna de siete horas, a una velocidad de desplazamiento de 40 a 45 kilómetros máximo.
Como parte de sus objetivos, se busca impulsar las zonas arqueológicas de Tulum, Cobá, Chichén Itzá, Uxmal y pueblos coloniales como Izamal, Tekantó, Cacalchén, Tixkokob y Euán.
Inicialmente, la SCT encargó un diagnóstico de las vías existentes en la península, que tienen una longitud de 664 kilómetros, para determinar los derechos de vía que se pueden aprovechar.
Estudios de soporte
Valladolid es el primer punto donde técnicos de la empresa Laboratorio y Topografía Integral, con sede en Durango, realizaron los primeros estudios de soporte del suelo, profundidad, capacidad de peso y uso de balastros de concreto, que servirán para sustituir los durmientes de madera para las vías.
El técnico Dante Alfredo Olague Ramírez informa a EL UNIVERSAL que en tres o cuatro meses tendrán la evaluación, que entregará a la SCT, sobre las condiciones del suelo. Hasta el momento, han visitado Izamal y luego acudirán a Cobá y Punta Venado.
En los recorridos que han realizado, dice, se ha detectado que será difícil utilizar la estructura del tren carguero de Mérida a Valladolid. Las antiguas estaciones ferroviarias de esos dos municipios están abandonadas y derruidas, sólo transita un tren carguero dos veces por semana para llevar combustóleo para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y cemento para ambos municipios yucatecos.
Defienden proyecto
El proyecto no sólo tiene detractores. También han surgido voces para defender Punta Venado como punto final del tren.
“La ubicación estratégica de Punta Venado, en la Riviera Maya, es que cuenta con potencial para duplicar e incluso triplicar a futuro la oferta de cuartos que posee Cancún”, señala el presidente del Grupo Experiencias Xcaret, Miguel Quintana Pali, al explicar las razones del trazo original en la primera fase del proyecto.
El empresario, conocido localmente como El Rey Midas del Turismo, es desarrollador de los parques Xcaret, Xel Há, Xplor y de atractivos como Xichén, Xenotes y Xoximilco, que han sumado durante 20 años una inversión superior a los 225 millones de dólares en la Riviera Maya.
El grupo atrae anualmente a un promedio de 2.5 millones de turistas y genera un promedio de dos mil 650 empleos.
“El tren se tiene que hacer donde se deba hacer, no hay que favorecer a nadie, sino pensar en las mayorías. Si va a ser de carga y turismo, es indudable que tiene que hacerse en Punta Venado”, expresa.
Pero también sugiere que para que las cosas dejen conformes a todos podría incluirse a Cancún en la ruta desde la primera etapa del proyecto, porque así sería ocho veces más benéfico.
Ante las versiones de que la ruta está pensada para favorecer a la industria de cruceros, el empresario recuerda que como destino turístico la Riviera Maya debe poseer una oferta diversificada que atienda a todos los segmentos turísticos.
Yucatecos apoyan a Cancún
José Chapur Zahoul, empresario de Yucatán y de Cancún, ha sido de los promotores para que el proyecto original se transforme.
Asegura que ya se tiene el derecho de vía de Mérida a Valladolid, y falta el tramo de Valladolid hasta Quintana Roo. Argumentó que tienen razones muy válidas para ampliar la vía, ya que se quiere un proyecto rentable, viable y en beneficio del estado.
Indica que una desventaja de que llegue a Punta Venado es que “ahí no hay nada más que un puerto de carga, por eso la importancia de que llegue a Cancún, porque está el Aeropuerto Internacional, a donde llegan 16 millones de pasajeros”.
Señala que detrás de esta iniciativa hay muchas instituciones, empresarios y diputados que están a favor de que llegue hasta Cancún, y esas voces deben ser escuchadas.
En un reciente foro universitario, dos ex gobernadores de Yucatán, Patricio Patrón, del PAN, y Dulce María Sauri, del PRI, consideraron que se debe incluir a Cancún.
También el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida (Canacome), José Manuel López Campos, respaldó la ruta a Cancún. Incluso, en una visita del presidente Enrique Peña Nieto a Yucatán, le formalizó la solicitud y dijo que el Ejecutivo respondió: “Estoy enterado y estamos evaluando la petición”.
Zona virgen
En un recorrido por la ruta original y la propuesta para que llegue a Cancún, EL UNIVERSAL constató que varias vías y antiguas estaciones de tren están en el abandono; además, los pobladores consideran necesaria esta obra, pues representa opciones de empleo.
Algunas zonas, como las poblaciones de Cobá y Punta Venado, cuentan con áreas consideradas “vírgenes”, pues hay selva alta, paisajes de sol y playa, y se muestran como áreas a donde la modernidad no ha llegado del todo.
Cobá es un pequeño poblado con una bella laguna y una zona arqueológica, pero sin transporte continuo ni oferta hotelera.
Para José Isidro Canché, un poblador, la llegada del tren significaría empleo, porque “no hay nada de agricultura y apenas si sobrevivimos vendiendo artesanías”. El hombre, que pinta canas, dice solo haber estudiado la primaria, pero señala que el futuro de sus hijos está en la apuesta al turismo.
A lo largo de la zona desde Cobá hasta Tulum y Playa del Carmen, la vegetación se convierte en un atractivo más.
En la ruta original se llega hasta Punta Venado, en donde se encuentra la empresa naviera Calica, que administra cruceros y realiza los viajes del continente a Isla Mujeres y Cozumel.
Además, en el lugar, que fue asiento de una hacienda maya, hay un club de playa cuyo propietario es un empresario de Cozumel. Ahí los turistas pagan un mínimo de 200 pesos en consumo de alimentos y tienen derecho a disfrutar de palapas, playa y servicios de baños y regaderas. Otros más pueden practicar deportes extremos, como motociclismo acuático, o bien equitación y carreras de motos.
El lugar tiene amplias superficies y se encuentra entre los montes altos y tierras aún sin explotar en la carretera Tulum-Playa del Carmen-Cancún.
Pero Cintrón Díaz del Castillo, el hoetelero, insiste en la defensa de Cancún. “Ahí hay 35 mil cuartos de hotel que dan trabajo a 50 mil trabajadores directamente y hay un estudio que muestra que por cada empleado se otorga trabajo a otros cinco en forma indirecta”, dice.
Además, agrega, en ese destino el turismo es básico, no hay agricultura, ganadería ni pesca, “entonces piensen de qué va a vivir la gente, ¿por qué poner en peligro todo esto?”, advierte.