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CABO SAN LUCAS

A 13 días de que Odile azotó con toda su fuerza a esta localidad, las huellas de la devastación siguen presentes en las calles y surge una nueva amenaza: Rachel, que la tarde de ayer se convirtió en huracán de categoría uno.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó anoche que el fenómeno meteorológico se ubica a 740 kilómetros de Cabo San Lucas, Baja California Sur, y a 285 kilómetros de Clarión, en el estado de Colima.

Por su circulación y humedad, para las próximas horas se prevén lluvias fuertes y oleaje moderado en las costas de Baja California Sur, recién afectado por Odile.

Rachel, el doceavo huracán de la temporada 2014, sigue una trayectoria hacia el noroeste, a 13 km/hr y vientos máximos de 120 km/hr, lo cual favorecerá lluvias moderadas en la zona de costa de Baja California Sur.

La Conagua también informó sobre una baja presión al sureste de México, a 330 kilómetros al sur de Tapachula, que provocará lluvias intensas en los estados de Chiapas y Oaxaca.

La dependencia exhortó a la población a mantenerse al tanto de las condiciones de estos fenómenos mediante su cuenta de Twitter @conagua_clima y sus páginas de internet smn.conagua.gob.mx y www.conagua.gob.mx

Trabajo en equipo

El pasado 14 de septiembre, Odile, huracán de categoría uno, azotó la península de Baja California Sur con vientos de más de 200 kilómetros por hora que golpearon principalmente Los Cabos. En el lugar, aunque persisten las huellas de la devastación, se observa a ciudadanos reanudando sus actividades como pueden, con lo que pueden. Todos quieren ponerse de pie.

Además, en cualquier dirección se pueden encontrar militares que, incluso, se han convertido en improvisados agentes de tránsito y apoyan estas tareas.

Los elementos de la Gendarmería no se quedan atrás, recorren las calles vestidos para la ocasión, con short azul, camisa blanca y tenis.

Los mismos recorridos hacen los empleados de la Comisión Federal de Electricidad, pero ellos reparan lo que encuentran a su paso.

El delegado de Cabo San Lucas, Martín Lagarda, comentó que Odile causó daños a más de 3 mil viviendas, las cuales se perdieron casi en su totalidad, pero asegura que las familias no han estado desatendidas.

Es Caribe bajo, una zona de invasión en donde los habitantes desde antes de Odile han querido ponerse de pie también. Hoy reconstruyeron sus viviendas, apenas detenidas con unos cuantos troncos.