La Ruana.— Hipólito Mora Chávez, líder fundador de los grupos de autodefensas, anunció ayer que la próxima semana se entregará a las autoridades, una vez que pase la fecha de Navidad.

Lo mismo harán los integrantes de las Fuerzas Rurales que el martes pasado estuvieron presentes en el ataque de la barricada de la entrada del pueblo de La Ruana, aseguró.

Mora Chávez pidió justicia para su hijo caído en la refriega del martes, que enlutó a 11 familias, y dijo que se presentará ante el juez que lo requiere porque “quiero que se esclarezcan los hechos. Yo no maté a nadie”.

En entrevista, Hipólito Mora dijo que guarda un compromiso moral con las personas que lo siguen desde que se levantó en armas en febrero de 2013 y que demostrará que la muerte de su hijo no será en vano.

La Comisión para la Seguridad informó que han declarado más de 100 personas por estos hechos y que se han girado también un número similar de órdenes de aprehensión.

De acuerdo con la ley, una vez notificados los indiciados deberán acudir ante el tribunal que los requiere en un plazo no mayor a 72 horas hábiles, pero Hipólito Mora señaló que hubo un acuerdo con el procurador del estado y el comisionado para otorgar un periodo de gracia, una vez que concluyan el novenario de las víctimas y las fiestas navideñas.

En las últimas 48 horas elementos de las policías federal y estatal han realizado operativos de control y vigilancia en el municipio de Buenavista Tomatlán, así como en ranchos y tenencias aledañas, presuntamente para entregar las notificaciones de presentación a las personas que tuvieron algún tipo de participación o fueron testigos en los hechos del martes anterior.

Hipólito Mora y su grupo de unas 30 personas que el día del enfrentamiento se encontraban en la barricada de Los Palmares, han reiterado que permanecerán dentro del pueblo para enfrentar la justicia.

También integrantes del grupo de Luis Antonio Torres, El Americano, han dicho que acudirán ante el juzgado para deslindar responsabilidades; de su líder, hace 72 horas que nadie sabe su paradero.

Ayer, La Ruana lucía en calma. Hasta hace unos días era común observar a personas vestidas de civil y policías rurales en las calles con armas de fuego; ahora, sólo camionetas de la secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Pública del estado (SSP) y de la Procuraduría General de Justicia recorren el poblado.

En las barricadas que eran ocupadas por cercanos a Hipólito Mora, uno de los comandantes de la Fuerza Rural en la comunidad, hoy hay policías estatales, quienes se encargan de las revisiones a personas y vehículos que consideran sospechosos.

Pobladores reconocen que hay una calma fuera de lo común respecto de los últimos días; sin embargo, dicen que no tardará en romperse debido a que La Ruana ha estado en conflicto desde hace varios años.