CUERNAVACA. Después de las seis de la mañana, vecinos de la calle La Vía, cerca de la colonia San Juanes, perteneciente a la comunidad indígena de Xoxocotla, municipio de Puente de Ixtla, escucharon varias detonaciones de armas de fuego.

Se asomaron unos 15 minutos después, a las 6:15 horas, y algunos comenzaron a gritar que cuatro habitantes de la casa de carrizo y palma —tres de ellos dedicados a la crianza y pastoreo de chivos— estaban tirados en el suelo, muertos, por disparos. Un bebé de ocho meses y un menor de tres años de edad resultaron ilesos.

Más tarde llegaron policías estatales, ministeriales y soldados de la 24 zona militar para acordonar la zona y proteger las indagatorias del personal de periciales. En el sitio encontraron casquillos de armas de alto poder, calibre nueve milímetros y rifles 7.62, también conocidos como cuernos de chivo.

En ese terreno con un casucha de láminas de cartón y varas de carrizo, estaban tirados los cuerpos de dos mujeres y dos hombres: Amalia, de 42 años de edad, madre de Daniel Romero Valdez, de 28 años; la esposa de éste, Judith Gaspar Batalla, de 19, y Gregorio, de 50 años, amigo de la familia victimada y vecino del estado Guerrero.

Hasta el momento, las autoridades ministeriales han mantenido bajo reservas el móvil del cuádruple homicidio, cuyo hecho sacudió a la comunidad indígena de Xoxocotla, debido a que la primera quincena de diciembre, habitantes de varias colonias, entre ellas la San Juanes, participaron en una manifestación en Palacio de Gobierno para exigir mayor seguridad ante el cúmulo de secuestros, retenciones ilegales, robos a casa habitación, homicidios violentos y asaltos a mano armada.

El contingente fue encabezado por el delegado de la comunidad de Xoxocotla, David Jiménez Jiménez, y lo que lograron fue mayor número de policías preventivos para vigilar la zona.

Jiménez se negó a declarar sobre los hechos, a pesar de que en ese poblado la seguridad pública es una de sus responsabilidades.

Adela Manzanares Alonso, secretaria de Seguridad Pública municipal, confirmó que sus elementos están impedidos a ingresar a Xoxocotla por disposición de las autoridades locales.

En diciembre, cuando los habitantes se manifestaron en Palacio de Gobierno, el delegado Jiménez Jiménez afirmó: “Convocamos a que el pueblo tome las armas, ante la falta de respuesta de las autoridades, que sea el pueblo quien cuide sus calles y en determinado momento ejecute a los rateros, asesinos, asaltantes, violadores, extorsionadores, no queda de otra, las autoridades han sido rebasadas”.

Dijo que en octubre y noviembre de 2013 se registraron de ocho a 10 secuestros, dos violaciones en esas últimas tres semanas, y los “habituales” asaltos, cuatro o cinco por día.

Una versión surgida de la Policía Ministerial indicó que en el interior de la casa donde ocurrió el cuádruple homicidio encontraron un cigarro de mariguana.

Los vecinos de la zona describieron a las víctimas como una familia que llegó a vivir a ese lugar hace seis años. Además del pastoreo de chivos, dio a conocer, se dedicaban también a la venta de mariguana.