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Historia. Los balazos que cambiaron la vida de 25 personas

Vania Pigeonutt / Corresponsal| El Universal
Sábado 04 de octubre de 2014
<b>Historia.</b> Los balazos que cambiaron la vida de 25 personas

RECUERDO. Don Andrés Sáenz Íñiguez espera a su nieto, Jorge, miembro del equipo de futbol Los Avispones y quien recibió un disparo en el ojo. (Foto: CRISTOPHER ROGEL / EL UNIVERSAL )


CHILPANCINGO

En su casa, ubicada en la colonia del PRI, Andrés Sáenz Íñiguez espera a su nieto, Jorge León Sáenz, Jorgito, auxiliar técnico del equipo Los Avispones, quien sobrevivió a un ataque donde dispararon unas 200 veces al camión en el que iba.

En la papelería de nombre “Jorgito”, porque así conocen a su nieto todos en la colonia del PRI —una de las más habitadas en Chilpancingo—, don Andrés, quien tiene presente que nació en 1926, muestra las fotografías de Jorge cuando jugaba en el equipo de su barrio. A la entrada del negocio familiar hay un trofeo que ganaron Los Avispones “hace como cinco años”. Don Andrés, a la vez que saca fotocopias y platica con los clientes dice: “ya lo quiero ver. ¡Pobre!, él no tenía nada qué ver. ¡No sé por qué lo balacearon!”.

Jorge, de 28 años, es uno de los seis lesionados que permanecen hospitalizados, de un total de 25, luego de los hechos violentos ocurridos el 26 y 27 de septiembre en Iguala, el más grave: un estudiante de la Normal Rural de Ayotzinapa, Aldo Gutiérrez Solano, quien está en coma y necesita una reconstrucción facial.

El estado de salud de Jorge es estable. “Es una persona que no fuma, que no bebe y ser saludable le ayuda”, comenta su abuelo, a que se esté recuperando, aunque las balas le alcanzaron un ojo.

Su niñez fue bonita. Desde siempre, recuerda don Andrés, fue un niño muy inquieto y amante de los balones. Quizás por ser el primogénito de su única hija, Altagracia, siempre frecuentó más la casa materna y le conocen todas sus manías.

A don Andrés le preocupa que el accidente vaya dejarle secuelas, porque él amaba su trabajo: una parte del día arreglaba motos en la empresa Honda y otra apoyaba al equipo de tercera división, “es director técnico de profesión”.

Esa noche el joven estaba muy contento porque habían ganado 3- 1 al club deportivo de Iguala, contra quienes jugaron el 26 de septiembre a las 20:30 horas.

Jorge, una persona sonriente aficionada a las motos y al futbol, junto al médico del equipo, Félix Pérez, el director técnico, Pedro Rentería, y el director del Deporte del ayuntamiento de Chilpancingo, Facundo Serrano, gritaron al momento de los ataques: “¡No disparen!, ¡Somos del equipo de futbol, Los Avispones!”.

Sin embargo, a los presuntos sicarios y policías municipales que participaron en los ataques, nada les importó. Jorge, quien tiene un hijo de siete años, decidió gritar y tratar de frenar la agresión: después, como respuesta a su valentía, una bala le pegó en el brazo izquierdo y otra en el ojo.

El joven de 28 años se recupera en un hospital privado de la ciudad de México, pero su familia lo evocan viendo las fotografías de los equipos donde ha estado.

“Nada será igual”

El secretario de Salud, Lázaro Mazón, reportó que de los 25 lesionados, el normalista Edgar, quien necesitará reconstrucción facial, es estabilizado en el hospital de Iguala, para ser trasladado al hospital Manuel G. González, donde será intervenido.

Los 25 heridos durante los ataques en Iguala, únicamente seis continúan hospitalizados. Aldo Gutiérrez Solano, estudiante de primer año en la Normal Rural de Ayotzinapa, es el más delicado: “Está entubado, con respirador artificial; su estado es grave”.

Mazón Alonso aseguró que todos los heridos tendrán secuelas por mínimas que parezcan, pues: “Después de un accidente, nada vuelve a ser igual”.

Sin embargo, de los hospitalizados, como Jorge, de quién sólo sabe “que le habían salvado el ojo”, Aldo, Andrés Martínez Hernández —un normalista que perdió cuatro dedos de la mano izquierda—; Pedro Rentería, a quien las balas perforaron el hígado; el estudiante Edgar Vargas, quien necesitará cirugía plástica, son los casos más graves.

El futbolista Miguel Ángel Ornelas está estable, pero internado en una clínica de Chilpancingo. El joven sobrevivió a seis balazos.



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