TIJUANA. El hijo del narcotraficante Ismael El Mayo Zambada solicitó —apoyado por un fiscal de Estados Unidos— el aplazamiento de su juicio para recabar las pruebas necesarias.

En una petición escrita en inglés, el joven de 23 años —detenido en noviembre de 2013 cuando intentó ingresar a ese país— renuncia a su derecho a tener un juicio expedito en una corte de California.

“Reconozco mi derecho a un juicio expedito. Yo he discutido la solicitud de aplazamiento con mis abogados y me uno a su solicitud de continuar mi caso para permitirles la evaluación del descubrimiento de pruebas de mi caso y otros casos relacionados”, pide Zambada.

En el texto, cuya copia obtuvo EL UNIVERSAL, agrega: “solicito que mi caso continúe de acuerdo al itinerario solicitado por mis abogados”.

El pasado 27 de noviembre el hijo de El Mayo —presunto principal operador del cártel de Sinaloa en México— se declaró inocente ante la juez Karen Crawford. En esa sesión, se le fijó fecha para una audiencia el 7 de enero, que posteriormente fue modificada para el 3 de enero.

En otro documento, sus abogados Saji Vettiyil y Michael R. McDonnell firman, junto con Adam Braverman, fiscal de EU, una petición para recabar pruebas a favor de Serafín Zambada, al menos hasta marzo.

“El motivo de la solicitud de las partes es que existe una cantidad sustancial de descubrimiento de pruebas y muchos casos relacionados que necesitan ser revisados, investigados e investigados con el cliente y un intérprete”.

En el documento dan a conocer que el acusado está recluido en un “protective housing”, mejor conocida como celda de máxima seguridad, “lo cual hace complicadas las visitas al cliente junto con un interprete”.

En entrevista, el abogado Michael R. McDonnell reveló que esta petición les dará más tiempo de evaluar el caso, ya que existe una gran cantidad de pruebas por revisar.

Serafín Zambada es uno de los hijos menores de Ismael Zambada, operador del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera. A su corta edad fue acusado por el gobierno de Estados Unidos de importación de 500 gramos de metanfetaminas y cinco kilos de cocaína.