CHILPANCINGO. Dos días después de que Eliseo Villar Castillo, coordinador de la Policía Comunutaria en San Luis Acatlán, se reunió con autoridades estatales y militares para abordar, entre otras cosas, el supuesto fraude en el que lo involucran, informó que sufrió un atentado.

A diferencia de otras ocasiones, donde miembros de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) resolvían solos sus asuntos, por considerarse un sistema de justicia autónomo, esta vez la Procuraduría General de Justicia del Estado informó que investiga los hechos.

Alrededor de las 5:30 horas, cuando el dirigente de la CRAC se trasladaba de la comunidad de Capulín Chocolate, Marquelia, en la Costa Chica guerrense, sujetos que no pudo identificar dispararon por lo menos cuatro veces contra su camioneta.

Eliseo explicó que viajaba a bordo de una camioneta Chevrolet cuando recibió los disparos, que luego supo que eran de una escopeta calibre 12, pues encontró ese tipo de casquillos.

Responsabilizó de los hechos, ocurridos en la carretera San Luis Acatlán-Marquelia, a integrantes de la comisión de ex consejeros y ex coordinadores de la CRAC, quienes investigan un supuesto fraude en el que él y otros tres consejeros entregaron 760 mil pesos para la compra de armas, camionetas decomisadas y otros artículos.

“Me quieren chingar a toda costa. Yo responsabilizo tanto a los miembros de la comisión, que no ha investigado nada, como a los familiares de Eduardo Justo (El Guadi). Juntos se aliaron porque lo tenemos detenido a él y a otros dos responsables del fraude que nos hicieron”, dijo el coordinador del organismo.

Aceptó que el gobierno del estado intervino “rapidísimo” a pesar de que en otras ocasiones se mantenía al margen de estos hechos. “Yo estoy bien. Sólo fue un rozón en el antebrazo derecho, por eso el gobierno intervino. A mí me atendieron en una clínica de Marquelia (La Familia) y hoy mismo (ayer) me dieron de alta”, dijo.

Marchan por la paz

Comerciantes, empresarios y jóvenes de entre 15 y 18 años marcharon por calles de la capital en exigencia de paz y tranquilidad.

Según los organizadores, la “Gran marcha de amor y paz de Chilpancingo para el mundo” fue para pedir tranquilidad a las autoridades, y para promover la paz.