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Perfil. De comerciante de sombreros a edil

Katia Torres| El Universal
Miércoles 01 de octubre de 2014

La fotografía que subió a su cuenta de Facebook el 9 de mayo, captura su esencia. El edil de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, aparece rodeado de mujeres que hacen un círculo de baile en la celebración del Día de la Madres cortesía del Ayuntamiento.

Lo muestra con una camisa morada abierta hasta la mitad del pecho, con mangas cortas y muy ajustadas a los brazos trabajados por el ejercicio (como las que suele usar), reloj de marca y el pelo engomado con esfuerzo. Sonríe.

En la misma cuenta hay muchas fotos similares, mismo tipo de camisa, diferente color, distinto escenario, fiestas y eventos variados. Sonrisa radiante, sin excepción.

Por eso, Barca asegura que no es inverosímil que fuera el último en Iguala en enterarse de los hechos violentos ocurridos entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre, porque cuando sucedieron él estaba de fiesta.

En una entrevista afirmó que los hechos ocurrieron el día en que su esposa María de los Ángeles Pineda rindió su informe en el DIF local y posterior al evento acudió a una celebración, de ahí, según sus propias palabras, se fue directo a dormir sin conocer ningún reporte de lo que sucedía en la ciudad, hechos por los cuales es investigado y permanece con licencia a su cargo.

José Luis Abarca Velázquez proviene de una familia que vendía sombreros de Tlatehuala y el posteriormente montó una joyería, para luego construir la plaza comercial Galería Tamarindos. En Iguala, su familia es conocida como una de las más acaudaladas de la ciudad.

De acuerdo fuentes cercanas, Abarca logró un lugar en el PRD a golpes de bolsillo, con el desembolso de fuertes sumas de dinero para ser integrado a sus filas. Pronto se unió al ala de ese partido conocida como Nueva Izquierda, a la que también pertenece el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y el presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, Bernardo Ortega Jiménez.

El primer salto de Abarca del sector empresarial a la política fue en 2011 con el apoyo financiero a la campaña Aguirre Rivero y, un año después, el exitoso empresario realizó su propia campaña como edil (su único puesto de elección pouplar) bajo la promesa "manejar la administración, de la misma manera que él mismo llevaba sus negocios". Los pobladores de Iguala confiaron y le entregaron su voto: "si él ya tiene dinero, seguro no va a robar mucho", afirma un habitante de Iguala cercano a la familia de la familia del edil.

Abarca ha sido acusado de corrupción, nepotismo y autoritarismo. De acuerdo con documentos de transparencia varios miembros de su familia (incluída la política) trabajan para el Ayuntamiento, con un sueldo combinado que suma más de 300 mil pesos al mes.

Sin embargo, abundan los señalamientos que lo vinculan con el crimen organizado. En mayo de 2013, ocho miembros de Unidad Popular de Iguala, organización activista, fueron secuestrados por un comando y de ellos tres fueron asesinados. Nicolás Mendoza Villa, uno de los plagiados que logró escapar, acusó directamente al alcalde de los hechos y de haber dado muerte personalmente al dirigente perredista Arturo Hernández Cardona disparándole un escopetazo.

El escándalo se hizo mayúsculo para el alcalde, que de inmediato fue responsabilizado por la regidora Sofía Lorena Mendoza, mujer de Arturo, como autor intelectual del crimen.

Asimismo, el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García, señaló que Guerreros Unidos "están relacionados con una célula delictiva dirigida por Salomón Pineda Villa ‘El Molón' ", el hermano menor de María de los Ángeles Pineda, esposa del alcalde perredista, quien estuvo preso en el penal federal de Tamaulipas hasta año pasado.

Estas acusaciones sólo hizo escándalo en la prensa de Guerrero, pero la Procuraduría General de Justicia del estado no la consideró suficiente para promover un juicio de procedencia. De eso ya pasó un año y lo último que ocurrió en Iguala fue el asesinato de tres estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, un jugador de futbol, un chofer y una mujer que viajaba en un taxi, a manos de policías municipales y presuntos narcotraficantes que operan en la ciudad.

Hoy, que se encuentra "ilocalizable" parece poco probable, que José Luis Abarca vuelva a posar para su cuenta de Facebook.



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