Luego del paso del huracán Odile por la península de Baja California, regresar a la normalidad tomará un tiempo considerable para quienes residen en Los Cabos, el municipio que recibió el mayor embate del meteoro.

En algunos casos, como relata Sofía, por ahora la alternativa más razonable es salir de la zona afectada, aun cuando se desconozca la fecha de regreso a la localidad en la que se instaló desde hace alrededor de 8 años.

Originaria de Guadalajara, llegó a San José del Cabo buscando desarrollo profesional en el sector turístico y ahí formó una familia, que está conformada por su esposo y su hijo, que apenas cumplió un año de edad.

Sobre todo pensando en su bebé, la decisión de buscar cobijo acercándose a sus familiares en tierras jaliscienses, fue la que consideró más acertada, luego de evaluar las alternativas con su pareja.

La escasez de agua y alimentos, además de la falta de electricidad y el vandalismo que se desencadenaron en Los Cabos, fueron motivos de peso para motivarlos a moverse hacia La Paz, una vez que comprobaron que su automóvil estaba en buenas condiciones para trasladarlos.

La casa que renta desde hace un par de años dejó de ser un refugio para ellos: el portón quedó casi inservible, casi todos los cristales quedaron estrellados, y la combinación de viento y lluvia provocó la inundación de la vivienda. En cuanto a sus pertenencias, Odile provocó prácticamente una pérdida total. Ante esa realidad, la alternativa fue cada vez más clara.

Luego de cinco días de inquietud, Sofía llegó a La Paz este viernes por la tarde al hotel en el que sus padres reservaron una habitación desde Guadalajara, en el que a pesar de las dificultades que se viven también en la capital del estado, hay electricidad y agua.

“Lo que más queremos es poder dormir sin tener que hacer turnos, como hacíamos para cuidar lo que no quedó dañado en nuestra casa por el huracán”.

La primera parte del viaje está superada, aunque ahora tocará acercarse al puerto para buscar cruzar por ferry hacia Mazatlán o Topolobampo, y enfilarse hacia tierras tapatías, a dónde prevé llegar el lunes próximo.