GUADALAJARA. Mientras que la periodista Lydia Cacho lamentó en su cuenta de Twitter que el trabajo “tan valioso” que realizaba 'Mamá Rosa' “cayera en abandono y maltrato, tres ONG coincidieron en que las condiciones del albergue La Gran Familia “eran deplorables”.

Areli Rojas, directora de la Fundación ¿Y quién habla por mí?, dijo en una entrevista radiofónica que “muchas de las personas que están saliendo en defensa de esta señora [Mamá Rosa] realmente fueron personas que no pasaron del salón de música”.

Agregó que no sólo es cuestión de que haya plagas de chinches y piojos en la casa-hogar, sino una población amplia de niños que han sido abusados sexualmente, golpeados y maltratados.

Rogelio Padilla, director de la organización MAMÁ AC, quien durante 30 años se ha dedicado a trabajar con niños y niñas en situación de calle en la zona metropolitana de Guadalajara, indicó que su primer encuentro “y desencuentro” con la directora del albergue ubicado en Zamora, Michoacán, fue en 1984, y desde entonces se percató de que La Gran Familia y su fundadora crecieron a la sombra de apoyos gubernamentales en el ámbito municipal, estatal y federal.

“Ahora, ese mismo poder que la engendró, la vomita, la expulsa, la desecha”, sostuvo Padilla.

Sin embargo, indicó que sería lamentable que ante este hecho las autoridades iniciaran “una cruzada o cacería de brujas” en contra de los albergues.

El presidente de la Fundación Nacional de Niños Robados y Desaparecidos, Juan Manuel Estrada, destacó que esa asociación denunció en varias ocasiones la situación del albergue, ya que tan sólo en la administración gubernamental de Emilio González fueron enviados a La Gran Familia casi 200 niños de Jalisco.