Crónica. Tenía acceso restringido
EN GUANAJUATO. Decenas de niños fueron regresados con sus padres . (Foto: NOTIMEX )
silvia.otero@eluniversal.com.mx
MICHOACÁN. A pesar de su avanzada edad, Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, conocida como Mamá Rosa o La Jefa, tenía el control del albergue La Gran Familia: ella giraba las órdenes de lo que se hacía, firmaba los documentos notariales para recibir a los menores que ingresaban al internado, y realizaba los proyectos para percibir sus donaciones, revela una de las maestras que laboró en el área escolar por 20 años, quien fue liberada este fin de semana por la PGR, ante falta de evidencias de que participó en algún ilícito.
El testimonio de la profesora María Rosa Viveros Méndez, al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, da cuenta de que algunos de los internos sí eran retenidos después de cumplir la mayoría de edad, y que incluso hubo un intento por parte de alguno de ellos por escapar; pero sostuvo que a lo largo de estos años en los que les impartió clases desconocía las condiciones infrahumanas en que vivían, lo supo hasta el día del operativo federal, pues al personal docente se le restringió el acceso a la casa y tenían prohibido indagar sobre ellos.
La maestra ingresó a La Gran Familia en 1994 para hacerse cargo de las clases de primero a tercer grado de primaria; desde hace una década comenzó a realizar labores de control escolar, para inscribir a los menores o realizar trámites de altas y bajas, o la aplicación de exámenes de ubicación de grado; desde 2008 comenzó a dar las clases de español para secundaria, y se encargaba de las inscripciones para los talleres de música.
De acuerdo con el expediente PGR/SEIDO/UEITMPO/078/20 13 que se integró y derivó en la consignación contra seis presuntos responsables por los abusos y maltratos cometidos en el internado que operó por más de 60 años en Zamora, Michoacán, la testigo ignoraba qué pasaba en realidad al interior del lugar.
La profesora aseguró que durante todo este tiempo se aplicaron reglas muy claras para el personal docente: “teníamos acceso restringido a ciertas áreas, que eran las bodegas, la parte trasera de la escuela, y del comedor hacia adentro, solamente accesábamos al comedor en Navidad, Año Nuevo y Día de Reyes, para servirles a los niños de comer para festejar esos días”. Dejó en claro que estaba prohibido formar lazos afectivos o estar indagando sobre su vida personal”.
El poder de ‘La Jefa’
Según su declaración ministerial, esta profesora en sus ratos libres realizaba proyectos con la Sedesol “los cuales consistían en pedir recursos para mejorar la institución, proyectos que Mamá Rosa llevaba a cabo”, y, según constató la testigo, se echó a andar una cámara de refrigeración cerca de la cancha de futbol, así como una batidora industrial en el patio de la escuela.
También atendía a madres que acudían a inscribir a sus hijos cuando María de Lourdes Verduzco, conocida, como La Gorda, no se encontraba. Refirió que “yo siempre les preguntaba si ya habían platicado con Mamá Rosa, respecto del ingreso del menor, y las mamás me decían que ya lo habían acordado con ella, por lo que se les recibía, se les tomaban sus datos para que fueran a hacer un convenio notarial, convenio que Mamá Rosa los firmaba y los guardaba”.
El Ministerio Público le interrogó a Viveros Méndez quién daba las órdenes en La Gran Familia, a lo que respondió: “Era Rosa del Carmen Verduzco Verduzco”.
Esta investigación inició por la privación de la libertad de cinco menores, cuyos padres señalaron que se negaban a regresarles a sus hijos, sobre ello la maestra dijo que “ignoro el por qué Mamá Rosa no entregaba a ciertos muchachos entre julio y agosto, son las salidas de los que ya cumplen 18 años. “Yo desconocía hasta ese momento lo que sucedía adentro, ya que los niños no sé si por temor, por vergüenza o por qué les prohibían decirnos, no nos comentaban lo que pasaba adentro”. Sólo el día del operativo, cuando los agentes federales, vio “por primera vez las condiciones infrahumanas en las que viven los niños”.