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"No les preguntan si quieren regresar"

Fredy Martín / Corresponsal| El Universal
Jueves 03 de julio de 2014

DESTIERRO. El año pasado más de 9 mil 800 niños fueron detenidos en México, desde donde fueron expulsados a sus países de origen. (Foto: FREDY MARTÍN / EL UNIVERSAL )


HUIXTLA. Al concluir la tercera caminata por la defensa y la dignidad de los niños y adolescentes (NNA) migrantes, los organismos no gubernamentales declararon que a los menores que son detenidos y deportados en México por las autoridades no se les respetan sus derechos ni “se les preguntó” si querían volver a su país.

Ayer los activistas llegaron a la instalaciones de la Estación Migratoria Siglo XXI, del Instituto Nacional de Migración (INM), donde realizaron una protesta y desplegaron pancartas.

El director del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, Pablo Ceriani Cernadas, declaró que violaron las garantías individuales los más de 9 mil 800 niños detenidos en México en el 2013, ya que no “se les preguntó” si querían volver a sus países, de donde han huido por la violencia y pobreza.

Aseguró que, además, sólo a 50 menores les otorgó el estatus de refugiados y el resto fueron expulsados de México, a Guatemala, Honduras y El Salvador.

Estimó que hoy el número de niños expulsados que van en 2014 ya se equiparó con los de 2013.

La caminata inició la mañana del martes en el río Suchiate, que divide a México y Guatemala, por donde pasan miles de centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.

La tarde del martes los participantes arribaron a Tapachula, pero antes de continuar con su trayecto hacia Huixtla, ayer por la mañana realizaron una parada en la Estación Migratoria.

Durante la protesta, Ceriani dijo que las instalaciones del INM en Tapachula, donde pueden ubicarse hasta dos mil 500 personas, es una “cárcel para migrantes”.

“No es un hostal o un albergue como se nos quiere decir, sino un centro de detención” y esto “es una muestra de cómo la política migratoria” de contar con el sentido humano, se le da “un sentido represivo, un sentido de control y un vínculo con todo lo que se dice es la seguridad nacional”.

Carlos Aarón Rodríguez Tejada, del Colectivo de las Casas del Migrante SMR Scalabrinianas Misión para Migrantes, rogó “fortalecer el derecho de los niños, por el bien superior” de ellos.



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