¡No hay papeles, pero tampoco miedo!, retumbó en la Garita de Otay, localizada en la frontera de Tijuana. Esta mañana decenas de "Dreamers" de varias partes del mundo, jóvenes estudiantes que fueron deportados de Estados Unidos, se entregaron a oficiales de aduanas de este país, para pedir asilo político.

Vestidos con togas y sus títulos de universidad y preparatoria en la mano, se aglomeraron en la el cruce internacional, uno de los más importantes para ingresar a Estados Unidos. Acompañados de otras personas que también fueron deportadas pero que no intentaron cruzar.

En punto de las once y treinta de la mañana, los jóvenes hicieron fila en el área peatonal de la garita, la cual era custodiada por más de una decena de elementos de personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés).

Sin violencia se acercaron a las puertas de metal donde fueron recibidos por un agente migratorio quien les indicaba que podrían entrar a Estados Unidos de ocho en ocho. Nerviosos, ingresaron lentamente, al tiempo que mostraban sus papeles que avalaba que vivieron en Estados Unidos y cursaron sus estudios.

Se estima que al-menos 30 estudiantes que fueron deportados lograron ingresar a Estados Unidos, donde serán detenidos para investigar los casos particularmente. Detallaron que el objetivo es mandarle un mensaje al presidente de Estados Unidos Barack Obama, para que los regrese al país "del que fueron expulsados injustamente".

Abogados, criminólogos, estudiantes de preparatoria, todos se entregaron al grito de "hoy empieza la reforma migratoria". Se espera que el día de mañana intenten cruzar otras 150 personas como parte del movimiento bring them home.