De un cerro cubierto por toneladas de basura bajan a pie decenas de niños y sus familiares, ante la llegada de Santa Claus con regalos, comida y ropa.

Es mediodía en el Relleno Sanitario de esta ciudad. Un grupo de jóvenes por segundo año consecutivo se organizó para traerles su posada navideña a los llamados "pepenadores". A los más pobres. A los que viven de la basura.

El punto de reunión es la entrada al basurero, donde están rodeados de máquinas, algunos camiones y al fondo vuelan los zopilotes.

"Me dieron un osito de peluche. Se va a llamar Tedy", explica entusiasmada Kimberly Cobos, de 10 años de edad.

La acompaña su hermana Daniela, a quien le entregaron un perrito de juguete.

Están contentas ante los jóvenes visitantes quienes llegaron en varios vehículos y una camioneta de la Organización Radiofónica Tamaulipeca (ORT).

Aunque la extrovertida Kimberly con singular gracia comparte las cuentas pendientes que tiene con Santa Claus: "Yo siempre le pido una tablet y una bici, pero nunca me las trae".

A unos metros los organizadores pasan apuros para poner orden a los adultos. Todos quieren juguetes y ropa.

Entre los más pobres también se observan intentos de "agandalle", ya que algunos hombres intentan formarse en dos ocasiones y otros piden juguetes para llevar a sus hijos.

Una joven que viste ropa de mezclilla coordina a los jóvenes y hace  las filas para entregar ropa y regalos a las personas.

Es Shira Casar, una psicóloga practicante del fisiculturismo, quien por segundo año consecutivo está al frente de esta actividad altruista en el basurero.

La también trabajadora del Congreso del Estado explica que hace un año su entrenador le pidió apoyarlo en una obra semejante solicitando ayuda a sus contactos de redes sociales.

"Decidí que aquí podíamos hacer algo. Comenzamos investigando a donde llevaríamos la ayuda, había colonias muy pobres, pero me di cuenta de estas personas del relleno sanitario donde mayor necesidad tienen", expresa.

La primera vez les fue muy bien, pero en esta ocasión han superado las expectativas, con promoción que hicieron principalmente en las redes sociales.

"Yo tengo 19 mil contactos en redes sociales y recibimos un gran apoyo de personas de ciudades muy lejanas de México, muchos a los cuales no conozco en persona y también con los contactos de mis compañeros organizadores", dice Shira.

En la campaña participaron Caro Garza, Edgar Guerrero, Daniel Vega, Mauro Salinas y Esmeralda Gaytán. Entre ellos se dieron a la tarea de difundir en Facebook y Twitter, así como en los medios de comunicación.

Los donativos los recibieron en depósitos bancarios, en especie y en efectivo, los cuales fueron mostrados de forma transparente en las redes sociales.

"Quisimos traerles alegría, comida, ropa, juguetes y cobertores. Pero también deseamos contribuir a que todos seamos más humanistas con los más necesitados. Que abramos nuestros corazones para compartir", señala Casar.

El mayor reconocimiento que reciben son las sonrisas de agradecimiento, como la de Doña Cecilia quien carga un cobertor y come unos tamales calientes.

"Que Dios bendiga a estos muchachos de buen corazón por venir hasta acá a compartirnos todo esto", dice.

La pequeña Elizabeth Maya muestra contenta una muñeca que recibió. Ella pasa muchas horas en ese lugar donde ayuda a su mamá a juntar cartón para vender.

A un lado está Said Hilario Martínez, de 7 años de edad, quien juega con un personaje de Toy Story que le entregó Santa Clós.

Además de los juguetes y ropa, para todos hay comida y jugos.

Al final de la jornada navideña, los niños se quedan a jugar y muchos adultos regresan a su cotidianidad de "pepenar" entre los montones de basura.

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