El día de ayer las redes sociales reaccionaron ante la publicación de una fotografía donde un joven muestra a un perro crucificado. Este caso de maltrato animal se suma a una cadena de denuncias en estos mismos espacios que gracias a la presión social, han tenido repercusiones.

Aaron Pino, originario de Tecate, Baja California, publicó el material en su cuenta de Facebook, donde recibió más de 2 mil comentarios, la gran mayoría, condenando el hecho.

Más tarde, el joven de 22 años se disculpó y refirió que había encontrado al perro ya muerto y crucificado en un río. Después dio de baja su cuenta en esa red social.

El viernes 12 de julio pasado, las redes se movieron ante la difusión de una cuenta de Facebook de un joven originario de San Martín Texmelucan, Puebla, que fue apodado en redes "El Matagatos", pues en Facebook mostró imágenes de sus canes devorando a un felino. Además, publicó fotografías de perros colgados en un tendedero de las orejas.

El hecho ocasionó no sólo denuncias en redes sociales, sino marchas y que dos semanas después, el congreso de Puebla avalara la pena de dos a cuatro años de prisión para quien sea encontrado culpable de maltrato animal.

Con 37 votos a favor y una abstención, el congreso local tipificó la tortura animal como delito.

Juan Castillo Pérez, "El Matagatos", únicamente recibió una sanción económica que fue definida por el ayuntamiento. Más tarde apareció un nuevo sitio dedicado al maltrato animal adjudicado a Castillo.

En abril pasado, dos jóvenes de Acapulco fueron exhibidos en un video de YouTube en el que lanzan a un perro a un bote de basura, y después lo vuelven a arrojar hacia una jardinera.

Estos muchachos fueron suspendidos 30 días del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECYTEC) y fueron enviados a recibir terapias psicológicas.

El maltrato animal exhibido en redes no solamente se ha realizado a las mascotas tradicionales.

El 18 de octubre de 2012 la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) recibió cuatro denuncias contra personal de la Dirección de Protección Civil del municipio de Zaragoza, Coahuila, quienes capturaron y maltrataron a una osezna que deambulaba en calles de la demarcación.

La cachorra tenía el hocico sangrando. Los funcionarios le amarraron las cuatro patas, se las jalaron y también le estiraron las orejas; de esto tomaron fotografías que más tarde difundieron en redes.

Por estos hechos la Profepa presentó una denuncia ante el Ministerio Público Federal de Saltillo. La sanción final fue una multa de 14 mil pesos para cada uno de los funcionarios.

En otros países el maltrato animal también ha sido difundido y condenado en redes sociales.

En 2010 un video en YouTube mostraba a una joven arrojando a cachorros a un río en Croacia.

Un año después, en Noruega, otro video causó indignación: se trataba de una pieza en la que un hombre deja a su perro en las vías del tren justo en el momento en que pasa el convoy para matarlo.

ml