Guerrero, año difícil con autodefensas y lluvias
Durante el 2013 Guerrero fue escenario del surgimiento de los grupos de autodefensa como consecuencia de la inseguridad; la movilización del magisterio disidente con bloqueos carreteros y un desastre natural que causó daños a 59 municipios.
Pero también se suman hechos como el homicidio de algunos dirigentes sociales y de organismos civiles de defensa de los derechos; la detención de otros vinculados con violación a la ley.
En el inicio del 2013 en cinco municipios de la región de la Costa Chica: Tecoapana, Ayutla de los Libres, Florencio Villarreal (Cruz Grande) y Copala, ciudadanos se levantaron en grupos de autodefensa, con la instalación de puestos de revisión en tramos carreteros para reforzar la seguridad.
El argumento, los constantes asaltos en las vías, extorsiones y secuestros por parte de grupos delincuenciales. El surgimiento de las autodefensas auspiciados por la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) , cuyo dirigente es Bruno Plácido Valerio.
Plácido Valerio, es uno de los principales promotores de la creación de la Policía Comunitaria en 1995, para atender la seguridad en los municipios de más alta marginación de la Costa Chica-Montaña; organismo que hoy opera con 700 policías en 11 municipios del estado, sin percibir ningún salario.
Pero el dirigente decidió que la operación de la Comunitaria como tal era insuficiente para atender la inseguridad y debido al control gubernamental que había en el organismo original, decidió que era necesaria la creación de un sistema de justicia con más cobertura.
Durante más de tres meses los grupos de autodefensa, operada por su líder Néstora Salgado y Arturo Campos Herrera, mantuvieron retenidos a por lo menos 50 personas en la casa de justicia de El Paraíso del municipio de Ayutla.
La decisión de la UPOEG se replicó en otros puntos del estado, como en Olinalá con Néstora Salgado como promotora, posteriormente fue detenida y procesada por los delitos de secuestro agravado; en Tixtla, su líder Gonzalo Molina González también se encuentra detenido. Otro de los líderes comunitarios procesados es Arturo Campos Herrera.
Ciudadanos de municipios de la Sierra, Tierra Caliente y zona Norte con bloqueos carreteros y con la amenaza de armarse para defender la inseguridad ocasionada por los permanentes enfrentamientos armados entre grupos del crimen, exigieron el reforzamiento de la seguridad.
El 4 de junio fueron hallados muertos, sobre la carretera federal Chilpancingo-Iguala, el dirigente de la Unidad Popular (UP) de Iguala, Arturo Hernández Cardona, así como sus compañeros Ángel Román Ramírez y Rafael Bandera Román, tres de los ocho activistas que fueron "levantados" el pasado jueves 30 de mayo.
En tanto, el 25 de febrero 10 mil maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG) comenzaron con un paro laboral por tiempo indefinido, que se prolongó por más de tres meses; la acción acompañada con la toma de edificios públicos y bloqueos carreteros por horas.
El 25 de abril, a dos meses de movilización, centenares de maestros encapuchados y armados con palos, tubos y piedras incendiaron las sedes del PRI, PRD, PAN y Movimiento Ciudadano, así como oficinas de gobierno, de legisladores y centrales sindicales, en protesta por la reforma educativa.
Pero sin duda, el fenómeno que arrasó con Guerrero fue la tormenta tropical Manuel, con lluvias intensas; 59 de los 81 municipios con daños en miles de viviendas y deslaves que provocaron la desaparición de pueblos completos; tramos carreteros destrozados, un sinfín de personas fallecidas.
Las lluvias provocadas por Manuel durante los días 15 y 16 de septiembre, cuando éste se localizaba al sur de la costa de Michoacán, afectaron severamente en más de la mitad al territorio guerrerense. 59 municipios quedaron incomunicados con bloqueos causados por deslaves.
Pero también se registraron cortes de los caminos carreteros debido a la creciente de escurrimientos pluviales, arroyos y ríos.
Acapulco, la ciudad más poblada, quedó incomunicada desde el 15 de septiembre vía terrestre con otras localidades debido a cortes en las principales vías, entre ellos, la Autopista del Sol, la Carretera Federal 95.
Chilpancingo, la capital del estado, fue otro de los municipios con severos daños, con el deceso de al menos siete personas por el desbordamiento del río Huacapa, que conecta a la represa Cerrito Rico, decenas de casas resultaron dañadas y arrastradas por la corriente.
Una de las principales vías de circulación de Chilpancingo, el lateral del paseo Alejandro Cervantes Delgado resultó con varios destrozos y cortes. La contingencia provocó la suspensión del suministro de la energía eléctrica durante varios días, lo mismo que el servicio de telefonía y de internet.
En la región de Costa Grande, en la comunidad de La Pintada, municipio de Atoyac de Álvarez, un alud sepultó a gran parte de la población, contabilizándose 68 personas desaparecidas, quienes semanas después, tras medidas de rescate, fueron localizados.
En la región de Tierra Caliente, la crecida del río Balsas inundó numerosas localidades y destruyó el puente que conecta a San Miguel Totolapan y a Ajuchitlán del Progreso con la carretera federal número 51 Iguala-Ciudad Altamirano, dejando sin comunicación a 28 mil habitantes.
La Montaña fue otra de las regiones afectadas, por la crecida de ríos incomunicaron a numerosas localidades, inundaron escuelas y arrastraron viviendas; 29 personas fueron reportadas muertas, 22 de ellas sólo en el municipio de Malinaltepec.
En la localidad de Totomixtlahuaca, municipio de Tlacoapa, el creciente del río Tameaco provocó un desbordamiento que destruyó mil 200 viviendas. Otro de los municipios más afectados fue Tixtla, donde de acuerdo con datos oficiales mil 156 viviendas permanecieron inundadas durante cerca de dos meses, además el panteón municipal de la zona.
El año que termina también caracterizó a Guerrero por el asesinato de líderes sociales como el dirigente de la Organización Popular de Productores de la Costa Grande (OPPCG) Luis Olivares; los líderes de la Unidad Popular (UP) , Arturo Hernández Cardona, Rafael Banderas Román y Ángel Román Martínez; Raymundo Velázquez Flores, de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (Larsez) , y Rocío Mesino Mesino, dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCCS) , organización a la que pertenecían los 17 campesinos abatidos el 28 de junio de 1995 en Aguas Blancas.