Lluvias alivian dos años de sequía
PRONÓSTICO. De acuerdo con productores, las condiciones que dejarán las lluvias, pese a las afectaciones, mejorarán el panorama agrícola y ganadero. (Foto: ROSA GAUCIN / EL UNIVERSAL )
DURANGO
Tras una década de espera, por fin hay esperanza de tener “vacas gordas” antes de que termine el año en el estado de Durango. Vicente Victorio, productor del ejido de Cuauhtémoc, municipio de Cuencamé, aseguró que mejora el panorama en la entidad tras las lluvias, ya que el campo se encuentra en su mejor etapa porque comienza la floración de la planta de maíz y ya hay recuperación del hato ganadero que se perdió.
El campesino recuerda la situación que se vivió dos años atrás en la entidad por la falta de agua: los animales se tuvieron que malbaratar en mil pesos y otros de plano se murieron porque no hubo forraje.
De las mil 700 cabezas de ganado que conforman el hato de esta comunidad, solo quedó 40%. En este momento las reses ganan peso, por lo que no se puede ocultar el buen ánimo que existe entre la población, aseguró.
“Hay pasto, por lo que el panorama para nosotros no puede ser mejor, pues desde hace más de 10 años que no veíamos llover como los últimos días, sólo había pequeñas lluvias; ahora esperamos que haya vacas gordas”, dijo.
Vicente Victorio, quien fuera elegido recientemente comisariado ejidal de Cuautémoc, aseguró que las condiciones han cambiado para bien en esta comunidad y si bien se presentaron algunas afectaciones en viviendas de este poblado esto no se compara con los efectos que dejó a su paso el estiaje, pues la población vive básicamente de las actividades agropecuarias.
Sin embargo, aun cuando hay alegría y optimismo, Victorio reconoce que para dejar atrás la sequía y para que haya un recuperación completa tendrán que pasar de dos a tres años, debido a que el impacto que dejó en la entidad fue considerable.
Por el momento, el ejidatario contabiliza su primera cosecha y afirma que con el agua que cayó se pudieran obtener de 300 a 500 kilos por hectárea, lo cual es algo positivo para él y las 667 personas que forman parte del ejido que se localiza en la región de Los Llanos, en Durango.
Presas al tope
Después de dos años de sequía, las presas en el estado continúan captando agua. Tres de las 10 con la que se cuenta en la entidad superan 100% de llenado, como es el caso de la Peña del Águila en el municipio de Durango, que registra un 115.6%; la Caboraca en Canatlán, con un 102.8%, y la Santa Elena en Súchil, con 100.7%.
De manera global, la Comisión Nacional del Agua informó que se tiene una captación de 50.6%, con lo que se deja atrás el 43.5% que tenían los embalses en esta misma fecha pero del año pasado.
Tan sólo en julio pasado se presentaron las primeras lluvias en cinco municipios de Durango, las que no fueron suficientes para la recuperación en el almacenamiento de las 10 presas con las que se cuenta en la entidad.
En ese mes permanecían a 28.5%, cuando el año anterior en esta misma fecha estaban a 30%.
Ahora, en septiembre se presentaron lluvias torrenciales en municipios como Durango, Nombre de Dios, Súchil, Cuencamé y Lerdo; en este último incluso se registró una tromba en la comunidad de La Loma.
Debido a las condiciones climáticas que se tuvieron en esta región se tuvo que cerrar la autopista Durango-Gómez Palacio, puesto que se convirtió en un río.
Cabe mencionar que 2012 fue considerado como el año más crítico en 70 años en el país debido a la sequía. En Durango más de 100 comunidades padecieron falta de agua y se perdió 50% del hato ganadero.
Ayer, el secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural Juan Manuel Félix León hizo un recorrido para verificar posibles afectaciones en los cultivos por las lluvias.
Aunque detectó una superficie inundada de mil 500 hectáreas, principalmente de cultivos de frijol, maíz y chile, consideró que hasta el momento no se puede hablar de pérdida, pues la planta se puede recuperar.