Primer edil gay del país gobernará en Fresnillo
. (Foto: IRMA MEJÍA EL UNIVERSAL )
ZACATECAS.- Benjamín Medrano Quezada siempre ha sido un hombre polémico y multifacético. Con 45 años, de entrada aclara que nunca ha escondido que es homosexual, por lo que no se trata de un destape. “Nunca lo he negado, todo mundo lo sabe y siempre lo han sabido”.
El alcalde electo de Fresnillo dice que su preferencia sexual no ha sido la importante, sino su trabajo; además, enfatiza que es de las personas que piensa que “la hombría no se lleva entre las piernas, sino en la inteligencia y en la propuesta”.
Medrano Quezada proviene de una familia pobre, de 11 hermanos, y destacó desde pequeño en el mundo de la música, fue migrante en Estados Unidos y luego se convirtió en empresario. Ocupó puestos públicos importantes, pero explica que en su andar jamás ha tenido ni generado problemas por su preferencia sexual.
Incluso, asegura que hay cosas más importantes que su homosexualidad, como “ser un hombre de resultados” y destaca que lo ha demostrado en los diversos cargos que ha desempeñado, como agente del Ministerio Público, en el Poder Judicial, así como en diversas administraciones municipales y estatales. Aunado a su fama para coordinar ferias nacionales de Zacatecas, Fresnillo y Nayarit.
En las pasadas elecciones, Medrano Quezada fue postulado por el PRI en Fresnillo, el municipio más grande de Zacatecas, con más de 230 mil habitantes, gobernado desde hace 15 años por una corriente conocida como “monrealista” (bajo las siglas del PRD y después del PT), comandada por el ex gobernador Ricardo Monreal. Fue él quien precisamente metió a Medrano al mundo de la política.
“Odio a los gay de clóset”
Aunque es homosexual, precisa que no está de acuerdo en todo lo que buscan estos grupos. Menciona que en su quehacer legislativo (a la fecha es diputado local con licencia) jamás ha estado de acuerdo en promover en la entidad el aborto, el matrimonio gay, ni comparte la idea de que estas parejas adopten niños.
“Nuestra idiosincrasia no lo permite, porque no estamos preparado para ello. No porque no tengamos la capacidad de hacerlo, pero no podemos ir tampoco contra las doctrinas y las costumbres”.
Se define como católico y lamenta que la Iglesia descalifique a los homosexuales y “nos catalogue como enfermos”, cuando asegura que esto es una cuestión de gustos y definiciones. “Creo que es una enfermedad ser homofóbico”.
Afirma que los homosexuales no son un grupo vulnerable, porque tienen grandes capacidades de salir adelante. “En todas las diferentes profesiones somos muy productivos. No lo digo yo, lo dicen los estudios a nivel mundial”.
Es pionero en la apertura de un antro gay. Desde hace 19 años tiene un negocio de este tipo. A pesar de que ha abanderado luchas por los derechos de esta comunidad y defensa del trabajo de los travestis, comenta que no está de acuerdo en que los homosexuales se vistan de mujer y se prostituyan.
Reconoce que los homosexuales han cometido excesos y se han estereotipado negativamente, incluso, lamenta que ahora se hagan desfiles que “parecen carnavales de pelucas y pestañas”, con lo que sólo obtienen la crítica insana.
Benjamín aclara que nunca se ha vestido de mujer y jamás lo hará, primero, dice, “porque le tengo un gran respeto a la mujer y para mí siempre será un ícono fundamental”.
Odia a los “gay de clóset” que no se han definido y señala que son los primeros enemigos de “los gay declarados”, aún así, se dice respetuoso de ellos, aunque afirma que “esos son los que hacen más daño a la sociedad”.
La ruptura con Monreal
Medrano hace alarde que su imagen no está manchada porque no le gusta ventilar su vida privada, “esa es de la puerta de mi casa hacia adentro”, ni tampoco ha sido atacado por su condición sexual, ya que la gente siempre lo ha respetado, debido a que ha llevado una vida “honesta y es un hombre con valores”.
Expone que los insultos surgieron apenas en su campaña por parte de sus adversarios del PT, quienes lo conocen y saben bien sobre su preferencia sexual, pero señala que aprovecharon para denostarlo y poner en duda su capacidad de gobernar por su homosexualidad y señalarlo de “robar en sus cargos”.
Aclara que desde niño siempre ha trabajado y que si al paso del tiempo ha logrado tener dinero, es por el producto de sus diferentes trabajos y negocios.
Comenta que de niño tuvo muchas carencias, ya que su padre, de oficio cantinero (quien hace un año murió) hizo grandes sacrificios para dar estudios a todos sus hermanos. Él les heredó el gusto por la música, ya que esto es una característica de su natal Nochsitlán, “pueblo de músicos”. A los seis años hizo su primera gira artística en Estados Unidos y le tocó trabajar al lado de María Victoria, Angélica María y otros artistas.
Jamás dejó los estudios y terminó su licenciatura en Derecho y a los 21 años dirigió el Sindicato de Músicos y comenzó como empresario, además de grabar varios discos de música ranchera y balada.
Reconoce que el mundo de la música lo llevó a la política y en 1998 se unió al movimiento social monrealista, cuando Ricardo Monreal se separó del PRI y ganó la gubernatura postulado por el PRD.
Admite que siempre agradecerá a Monreal que lo haya impulsado en su carrera política, ya que fue donde ocupó espacios claves hasta colocarse como coordinador de asesores de Amalia García.
Medrano aceptó trabajar en la administración municipal de David Monreal (2007-2010) actual senador del PT, para transformar la feria de Fresnillo a categoría nacional.
Benjamín considera que a raíz de ese trabajo ferial fue que logró ser conocido entre los fresnillenses.
Después se le permitió postularse como diputado local por el PT. Entonces ocurrió la ruptura con Monreal, ya que en noviembre de 2011 se le presionó para que denostara en tribuna al actual gobernador Miguel Alonso —otro pupilo del ex gobernador—, quien también es uno de sus amigos, pero no aceptó y fue cuando se le negó la oportunidad de postularse por una diputación federal.
Fue entonces que Benjamín se cobijó en el PRI y en las recientes elecciones se le permitió postularse para la alcaldía de Fresnillo por el tricolor, en la que tuvo que competir contra Saúl Monreal.
Medrano reconoce que siempre ha dado de que hablar, pero por los resultados en su trabajo y no por su homosexualidad. Anticipa que será un buen alcalde.