Familiares, amigos y uniformados de Tarimbaro asistieron a la misa y al sepelio para despedir al ex director de Seguridad Pública, Luis Manuel González Magaña, y del ex subdirector Osvaldo Rendón Salcedo, secuestrados el pasado lunes y que cuyos cuerpos aparecieron el 24 de diciembre.

En los últimos tres años, al menos 17 jefes de la policía municipal han muerto en manos del crimen organizado, en emboscadas, secuestros y ataques.

El caso más reciente fue el asesinato de un director de la policía es el de Luis Manuel González, titular de Tarimbaro, hermano de Salvador, quien ocupó ese cargo hasta marzo pasado, cuando también fue secuestrado y ultimado.

En 2010, la delincuencia organizada comenzó hacer blanco de sus ataques a los mandos policiacos en Michoacán y desde ese año comenzó a desaparecer y asesinar a funcionarios.

De acuerdo con un recuento de la agencia Quadratín, ese año fue acribillado Antonio Bravo Ramírez, director de Seguridad Pública de Quiroga; posteriormente fue asesinado el titular Ciudad Hidalgo, Rafael Muñoz Rojas.

En casi todas las regiones del estado han sucedido hechos de este tipo y la región costera no fue la excepción. En 2012 se registró que Manuel Mendoza, director de Seguridad Pública de Aquila, mató a su subdirector Manuel Rivera en la comandancia.

En ninguno de los 17 casos han sido atrapados los responsables.

En octubre de 2013, fue asesinado José Magaña, director de Seguridad Pública de Puruándiro, cuando viajaba en su auto. (Con información de Dalia Martínez y Quadratín)