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Masacre de Juárez, por $1,500: fiscal

David Fuentes Corresponsal| El Universal
Jueves 21 de noviembre de 2013
Aseguran que deuda por cruza de canes desató crimen; dos acusados, prófugos

CIUDAD JUÁREZ. A tres días de que se registrara la masacre de ocho integrantes de una familia de testigos de Jehová —tres de ellos, niños—, la Fiscalía de Justicia en la Zona Norte presentó ayer a dos de los presuntos culpables y detalló que el crimen se debió a una deuda de mil 500 pesos que el padre de familia tenía con uno de sus agresores por el alquiler de un perro de la raza Pitbull, que le fue rentado para el apareamiento.

Después de presentar a los imputados ante medios de comunicación, detalló en un comunicado que Jesús Daniel “N”, de 30 años, y Édgar Uriel “N”, de 31, fueron detenidos en flagrancia.

Los detenidos, indicó la Fiscalía, dijeron que entre cuatro individuos mataron a Máximo Martín Romero Sánchez dentro del domicilio y después continuaron con los otros siete integrantes de la familia para que no los denunciaran, pues tres de los presuntos asesinos eran conocidos por ellos.

Según los presuntos asesinos, el adeudo fue contraído hace dos meses por el alquiler de un perro Pitbull para cruzarlo con una hembra de la misma raza, propiedad de la víctima. Los dueños del can eran vecinos de la familia asesinada y permanecen prófugos.

La Fiscalía señaló que los dos detenidos dijeron que mes y medio atrás comenzaron a hostigar a Máximo, ya que no les pagaba. Finalmente, en compañía de cuatro sujetos, acudieron a la casa de la víctima y le pusieron un plazo.

El sábado pasado acudieron a casa de la víctima para exigirle el dinero; dos de ellos hablaron con Máximo y otros dos esperaron. De la exigencia pasaron a la discusión y entonces el dueño del perro tomó un cuchillo de cocina y comenzó a agredir a Máximo.

Al escuchar los gritos, los dos tipos que se quedaron en el vehículo entraron a la casa y atacaron a Máximo hasta matarlo. Entonces, como tres de los agresores eran conocidos de la familia decidieron asesinar a todos para que no fueran a denunciarlos.

A la indignación que causó el multihomicidio, se suma la declaración que hizo el alcalde Enrique Serrano, las cuales se dieron después de una conferencia que dio junto con el fiscal en la Zona Norte, donde se explicó que los mil 500 pesos se debían por “una deuda por unas apuestas de pelas de perro de la raza Pitbull, que el padre de familia no pagó y al momento de irle a cobrar se perdió el control en la discusión y terminaron asesinándolos”.

Esta primera versión se contrapone con la del boletín de la Fiscalía, que asegura que con base en las declaraciones de los detenidos y la investigación se determinó que el dinero se debía por el alquiler de un Pitbull para apareamiento.

Familiares de los acusados por la masacre protestaron ayer frente a la Fiscalía de Justicia para exigir la libertad de sus seres queridos. Aseguran que ellos no son responsables del multihomicidio ocurrido en la colonia Morelos Zaragoza.

La madre de Jesús Daniel dijo que él es un empleado de maquiladora e inclusive aseguran que el sábado estuvo en una fiesta con su esposa, su hijo y sus suegros. Mientras que Édgar Uriel es también empleado de maquiladora y su suegro vende alimento para perros, “por eso conoce a Max”.

Dijeron que el joven tiene un mal congénito que lo mantiene bajo permanente supervisión. Las familias de ambos jóvenes aseguran que no se conocen entre sí y que fueron sujetos a tortura, por lo que Édgar fue hospitalizado.

Los familiares estuvieron acompañados por varios amigos, seguidores de la religión cristiana, que aseguraron que los detenidos son “chivos expiatorios”.



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