CIUDAD JUÁREZ.- Una de las hipótesis de la Fiscalía General de Justicia en la Zona Norte (FGJZN) sobre la masacre en Loma Blanca, donde murieron 10 personas y dos quedaron lesionadas, señala que los dos gatilleros se equivocaron de lugar.

Todo indica que probablemente la reunión del equipo de beisbol no era el punto que tenían que atacar, pues el supuesto blanco era presunto capo del grupo del Chapo Guzmán.

“Estamos indagando el entorno familiar y laboral de las víctimas y por el momento no hemos encontrado nada, ni nexos o conexiones directas con el crimen organizado, por lo que sostenemos la hipótesis de que los gatilleros eran inexpertos y se equivocaron del lugar”, detalló personal de la FGJZN.

En la dependencia se informó que los avances van lentos y que se han cateado ya nueve casas. Además, se aseguraron dos vehículos con las señas particulares que los testigos proporcionaron a las autoridades; sin embargo, no hay nada concreto.

Con base en los datos proporcionados por los sobrevivientes, se harán dos retratos hablados que serán difundidos en los medios de comunicación para su identificación.

César Duarte Jáquez, gobernador del estado, ordenó esclarecer este homicidio múltiple y pidió cadena perpetua para los responsables.

Durante la madrugada del martes, al menos 10 mensajes en bardas aparecieron en las inmediaciones del Valle de Juárez en alusión a la masacre de Loma Blanca, firmada por gente del extinto Gabino Salas Valenciano, lugarteniente del cartel del Chapo Guzmán y cuyo cuerpo fue encontrado sin vida el mes pasado en Torreón.

Dos de los sobrevivientes del tiroteo han solicitado ayuda psicológica de parte de la Fiscalía estatal; de hecho, en el funeral masivo había especialistas observando a los más afectados, quienes estarán en terapia por seis meses para que puedan superar el trauma.

También los psicólogos de la dependencia estarán al pendiente de los amigos más cercanos y compañeros de escuela de los estudiantes para que esta situación no afecte su rendimiento y, sobre todo, para alertarlos de que no se inmiscuyan con problemas de drogas.

La más afectada es la madre de Perla Michell, quien busca ahora, primero, asimilar la situación y después, empezar de nuevo. Incluso, analiza regresar a su tierra natal en Coahuila o en último caso, mudarse a Estados Unidos.

“Aquí ya no tengo nada, no me siento segura. Quedamos nada más mi hijo y yo. Ahora los dos tendremos que salir adelante, aquí ya no, después decido si me voy a Estados Unidos o me regreso a mi tierra”.