Decenas de familias de la sierra de Guerrero y Sinaloa abandonaron sus comunidades, luego de que éstas comenzaron a ser invadidas por grupos de la delincuencia organizada.

En Guerrero, el pasado martes 40 personas de San Rafael y Las Escuitas, en la alcaldía de San Miguel Totolapan, se desplazaron a la cabecera municipal, al ser agredidos por hombres armados.

Ayer, unos 115 habitantes de Tlacotepec, en la zona centro de Guerrero, dejaron sus poblados y se concentraron en la comisaría municipal, donde se les acondicionó un refugio temporal.

La secretaria de Desarrollo Social de esa entidad, Beatriz Mojica Morga, reconoció que en los últimos meses incrementó el número de familias que se han desplazado a otros municipios y estados por la inseguridad que priva en sus localidades, principalmente en Tierra Caliente.

Aseguró que el gobierno del estado reconoce el incremento de este fenómeno, tan es así, que las familias afectadas han recibido el apoyo y respaldo del gobernador Ángel Aguirre, quien instruyó a varios secretarios de su gabinete a atender a los afectados.

En Sinaloa, tras la violencia que impera en la zona serrana de Los Mochis, decenas de familias dejaron sus casas, en busca de un lugar más seguro.

Estas personas vivían en el poblado de Cieneguita de Núñez, en los límites de la sierra de Choix, de donde salieron a raíz de que se registraron enfrentamientos entre grupos armados, los que incluso quemaron casas y carros.

Mientras que, más de 600 familias de cuatro comunidades del centro de Tamaulipas abandonaron sus hogares por una nueva escalada de violencia del crimen organizado.