Guerrero y Michoacán prenden "focos rojos"
CAOS. El paso del huracán Manuel por Guerrero dejó daños por más de 22 mil 362 millones de pesos. El presidente Peña Nieto recorrió las zonas afectadas y anunció trabajos de reconstrucción . (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
Los estados de Michoacán y Guerrero, en especial, prendieron las alertas en el gobierno federal durante el primer año de la administración del presidente Enrique Peña Nieto.
En estos 12 meses, en ambas entidades, se crearon policías comunitarias, con el argumento de que el crimen organizado se ha apoderado de las localidades, y se replanteó, también en los dos estados, la estrategia de seguridad.
En Guerrero, además, el huracán Manuel, sacó a flote una serie de irregularidades y carencias que por décadas han tenido que soportar los habitantes.
Policías comunitarias
El gobierno de Peña Nieto “ha tenido que enfrentar en Michoacán no sólo el problema de la inseguridad y la falta de recursos sino la ausencia de poder, por lo que ha tenido que aliarse con grupos de autodefensa para salvar los escollos”.
Esta es la apreciación del profesor, investigador y politólogo de la Universidad Michoacana, Jaime Rivera Velázquez, quien al hacer un balance del primer año llega a la conclusión de que Michoacán “no sólo necesita apoyo, sino una reconstrucción de sus instituciones”.
Desde la aparición de las autodefensas en el estado, en febrero pasado, la ola de violencia no ha parado y la lucha desatada entre estos y Los Caballeros Templarios ha cobrado decenas de vidas, sobre todo de hombres jóvenes, que en no pocos casos han sido elementos de las policías Federal, Municipal y Ministerial.
Los municipios de Apatzingán, Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán y la zona de la sierra y costa son los sitios más violentos, donde las muertes suceden a diario y pocas veces son contabilizados y reportados con veracidad.
“Michoacán es el punto más visible de todas las dificultades que tienen el país, pero en definitiva es el recuento de años de abandono por parte de la autoridad formal, que permitió que grupos ilegales tomaran el control de absolutamente todo”, considera.
Actualmente hay presencia de policías comunitarios en al menos 19 de los 113 municipios y 58 poblados, pero la advertencia es avanzar a todo el territorio.
La policía civil ha expulsado a por lo menos tres alcaldes, acusándolos de estar coludidos con el crimen organizado y de ser, incluso, sus gestores y cómplices a la hora de extorsionar a empresarios y ciudadanos.
Los grupos de autodefensa han sido calificados por el gobernador como “movimiento milpero”, que se ha metido poco a poco con la sociedad para aliarse con ellos e incitarlos a levantarse en armas “contra sus opresores”, además de los señalamientos de que sólo se ubican en cuatro municipios.
El gobierno federal ha enviado elementos de la Policía Federal y militares para reforzar la seguridad.
“Manuel”, evidencia pobreza
En el primer año de gobierno de Peña Nieto, Guerrero se convirtió en “foco rojo”, luego de que los daños ocasionados por el huracán Manuel, que ascienden a más de 22 mil 362 millones de pesos dejaron al descubierto la pobreza que se vive en varios ayuntamientos y falta de inversión en infraestructura.
Para expertos en Protección Civil y política, la falta de inversión en infraestructura que debieron hacer administraciones anteriores provocó que el fenómeno meteorológico Manuel, el 16 de septiembre, evidenciara ese rezago en vivienda, infraestructura carretera, hidráulica, ganadería y agraria.
Además, el fenómeno natural dejó al descubierto la falta de planeación urbana e invasión en cerros y zonas inundables.
Manuel fue el ciclón tropical 16 formado durante la temporada de huracanes en el Pacífico de 2013, así como el séptimo de en alcanzar la categoría 1 de huracán.
Con un respaldo financiero de hasta 30 mil millones de pesos, el presidente Peña Nieto anunció el Plan Nuevo Guerrero, en un marco de transparencia y participación ciudadana, para contrarrestar los daños.
El politólogo Ricardo Castillo opinó que Guerrero se convirtió en un “foco rojo”, tras los estragos, pues hay pueblos sumidos en la miseria y al verse golpeado por un fenómeno natural, complica el desarrollo, al colapsar caminos, puentes y cerros.
“Por eso se convirtió en un ‘foco rojo’ adicional a los asuntos que hay de pobreza de marginación y de miseria ancestral; se conjunta con el factor de la inseguridad y la violencia que había antes de la llegada de los fenómenos naturales”, informó.
Durante su décima visita a Guerrero, Peña Nieto y el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, se informó que la tormenta dejó afectaciones en los 81 municipios de Guerrero y que se requieren más de 10 mil millones de pesos para rehabilitar tan sólo la infraestructura carretera.
Para el experto en protección civil y maestro en derecho, Melquiades Olmedo Montes, consideró que la inversión anunciada por el presidente debió haberse aplicado hace cinco o 10 años en Guerrero, donde no hay un control en cuanto al desarrollo territorial y planeación urbana, que contribuyó a que los daños fueran severos e incuantificables.
En la entidad, también se registró la creación de autodefensas este año en varios municipios, en Apaxtla de Castrejón se formó el más reciente; incluso, algunos policías civiles, como en el ayuntamiento de Tecoanapa, retuvieron a militares; de igual modo se registró la detención —y liberación— de dirigentes comunitarios y muerte de activistas.