CUERNAVACA

El gobierno morelense descartó promover ante la Secretaría de Relaciones Exteriores o la embajada de Estados Unidos la repatriación de Édgar, El Ponchis, cuya medida sancionadora por delitos de fuero federal y común se cumplirá el 3 de diciembre venidero, afirmó el secretario de Gobierno local, Jorge Messeguer Guillén.

“No se trata de echarle más leña al fuego. El Ponchis es quien es, pero también fue víctima”, dijo Messeguer, al precisar que el gobierno estatal determinó reservarse la solicitud a Estados Unidos para repatriar al menor a pesar de que el adolescente tiene la doble nacionalidad por haber nacido en San Diego, California, de padres de origen mexicano.

Aunque en siete días Édgar abandonará el Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes, en el municipio de Xochitepec —tras cumplir con la privación de su libertad por las conductas antisociales de delitos contra la salud, portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, secuestro y homicidio doloso—, anoche surgieron versiones que indicaban que podría adelantarse su salida y dejar su reclusión en las próximas horas.

Édgar fue detenido el 3 de diciembre de 2010 en el aeropuerto “Mariano Matamoros”, cuando pretendía volar hacia Tijuana, Baja California, y de ahí transportarse a San Diego, California, donde radica su progenitora.

El muchacho iba acompañado de dos hermanas, pero antes de abordar el avión fue detenido por soldados de la 24 Zona Militar, que lo buscaban desde octubre de ese año por su presunta autoría en la tortura, desmembramiento y homicidio de cuatro personas, supuestamente contrarias al cártel del Pacífico Sur, una célula del cártel de los Beltrán Leyva en Morelos.

El secretario de Gobierno consideró que las mejores condiciones para Édgar se podrían encontrar al lado de su madre, en Estados Unidos, pero dijo que esa decisión corresponde sólo a la familia del adolescente.

Aquí en Morelos, dijo Messeguer Guillén, el gobierno proporcionó ayuda sicológica personalizada en el tratamiento para su reinserción social, cuyo objetivo es que las conductas antisociales en las que incurrió el muchacho no se reproduzcan en otros jóvenes.

Por otra parte, el secretario de Gobierno aseguró que ni Édgar ni sus abogados han solicitado seguridad por el riesgo de que sufra algún atentado, como ha ocurrido con al menos 12 jóvenes que han salido del Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes.

El caso de Édgar, de 17 años cumplidos, desató un debate sobre el sistema de justicia para adolescente y, sobre todo, sobre la política de reinserción al que están sujetos los niños en conflicto con la ley.

La magistrada presidenta del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes (TUJA), Ana Virginia Pérez Güemes y Ocampo, considera que debe abrirse un debate sobre el tema con la intención de que los adolescentes alcancen una reinserción social al cumplir con su medida sancionadora.

En su opinión, el tiempo que pasó Édgar detenido fue insuficiente para completar un proceso de reinserción social; no obstante, tendrá que salir esté listo o no, afirmó.

De su lado, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM), Lucero Benitez Villaseñor, instaló un comité que analiza el nivel de reinserción de Édgar para proponer su seguimiento al abandonar la reclusión.