TLACOTALPAN. Habitantes de Tlacotalpan, ciudad veracruzana considerada Patrimonio de la Humanidad, salieron a las calles a “pedir justicia” por la muerte de Alexander “N”, joven de 21 años que falleció por una supuesta golpiza propinada por elementos de la Policía Municipal.

La noche del domingo, al finalizar la “tlacotalpeñada”, fiesta donde lidian toros en las calles del pueblo, la muerte del muchacho provocó una reacción de habitantes de la cabecera del municipio.

Amigos y familiares de la víctima incendiaron una patrulla y quebraron vidrios de las ventanas del Hospital Regional de la comunidad, lo que obligó a las fuerzas federales y a la Secretaría de Seguridad Pública a intervenir para que regresara el orden.

Durante el velorio, Guadalupe Vergara Lauriani, esposa del muchacho asesinado, afirmó que su marido era inocente, que era padre de familia y que no se metía con nadie.

La versión de las autoridades locales es que Alexander participó en una pelea campal suscitada en una fiesta particular la noche del domingo, horas después de la tlacotalpeñada. Ahí, los uniformados lo arrestaron cuando llegaron para terminar con la gresca.

Sin embargo, Guadalupe Vergara afirma que su esposo pasaba por el lugar y cuando vio que la pelea se había disipado intentó tomar un par de zapatos que estaban tirados.

En ese momento, relató, fue cuando los policías lo capturaron y subieron a una patrulla dándole golpes. Varios vecinos siguieron la unidad a la comandancia del pueblo. Ahí, el médico de la corporación les pidió a los policías que trasladaran al muchacho al hospital porque iba grave.

La Procuraduría General de Justicia de Veracruz inició una investigación ministerial contra tres policías de Tlacotalpan por el probable delito de homicidio.