YECUATLA.

La comunidad se quedó sin palabras. La tormenta tropical Fernand dejó tristeza y desolación en este pequeño poblado asentado en la zona montañosa central de Veracruz. Nueve de los suyos fueron sepultados por un amasijo de tierra, piedras y palos.

Yecuatla, que en lengua náhuatl significa “lugar de la culebra de tres cabezas”, se convirtió en el epicentro de la tragedia. De los 13 muertos que provocó el fenómeno meteorológico, nueve eran de la comunidad Roca de Oro, donde todos lloran la partida de sus familiares.

“Me comunicaron como a las tres de la mañana que se había salido y que había pasado sobre algunas casas. Se reventó por aquí arriba el cerro y pasó a traer las casas con todo y familia”, comenta don Liborio González.

Ahora no fueron los ríos y arroyos que la rodean los que golpearon a esta región conocida como “la novia de la sierra”. Las fuertes lluvias reblandecieron el cerro que rodea la pequeña comunidad y arrasó con todo a su paso.

“Estamos muy tristes”, afirma don Antonio Hernández, tío de Mario Hernández, sepultado en el interior de su humilde vivienda junto con su esposa.

“Son cosas que así pasan y se vino un derrumbe y se pasó a traer todo, ya ni modo, qué vas a ser”, suelta con una resignación. Las palabras faltan. Ni falta hacen. Las lágrimas y las decenas de manos tratando de sacar escombros de las casas hablan por sí mismos.

“Para nosotros fue como el fin del mundo. Se fue la luz, se vinieron así como terremoto”, suelta, conteniendo el dolor, Juana Aguirre.

Es inexplicable cómo se mantiene en pie, sobre todo cuando explica quienes se le adelantaron en el viaje: “Ahí falleció mi nuera, mi bebé… mi nieto, y murió su mamá de ella y su sobrina y una niña”.

Dentro de las víctimas, hay tres pequeñines: Carlos Eduardo Pérez Hernández, de tan sólo seis meses de edad; Yareli Sugey Morales Pérez, de cuatro años, y Paulina Fernández García, de nueve años.

La lista también la integran Verónica Pérez Hernández, de 24; Mario Fernández García, de 15; Mario Hernández, de 43; Paula Hernández, de 57; Marina Trujillo, de 50; y Lidia García Trujillo, de 36.

Casi olvidados en el Puerto

La colonia Amapolas, al poniente de la ciudad de Veracruz, muy cerca del aeropuerto Heriberto Jara Corona, recibió un golpe de agua.

Mientras que la atención de los cuerpos de auxilio se enfocó en fraccionamientos como El Floresta y el Centro Histórico, que quedó inundado hasta en el ayuntamiento, en Amapolas pasaron la noche sin ningún tipo de ayuda. En ese asentamiento irregular, un canal de agua pluvial colapsó y dejó un caudal de hasta 60 centímetros.

“Nadie nos auxilió. Como a las seis empezó a llegar el agua del canal que está aquí cerquita y en menos de media hora se salió y nos inundó”, contó Isela Campos.

Fue por la mañana que elementos del Ejército activaron el Plan DN-III en esa zona.