VILLAHERMOSA

Con ayuda de una linterna, Caleb Mayo hurga entre el agua y el pasto como si hubiera perdido una moneda. “Son camarones de río; nos los vamos a cenar”, dice el joven acompañado por sus hermanas.

Caleb vive en la colonia Gaviotas, sector Sedral. Junto a la carretera está su casa. Dice que no hubo Navidad para su familia, pues con la llegada del frente frío el agua del río Grijalva comenzó a desbordarse, llenando las calles aledañas.

—No tuvimos Navidad. Subimos nuestras cosas a lo más alto. No han pasado los de Protección Civil ni nada. Nosotros estamos más altos que la carretera, por eso no nos hemos inundado, pero la calle ya tiene corriente, —explica.

Este joven comenta que el agua literalmente “ahogó” sus fiestas decembrinas y ahora tiene mucha incertidumbre porque, de acuerdo con las autoridades federales, este fin de semana entrará un nuevo frente frío en la zona.

—Festejábamos con lo tradicional: con pavo, pierna, lomo, pero ahora los que tenemos techo de losa nos preocupamos más por habilitarlos para subir y proteger nuestras cosas —advierte.

Reclama que a 48 horas de la inundación no ha acudido ninguna autoridad para conocer las condiciones en que se encuentra su patrimonio o si su familia corre algún riesgo por las corrientes de agua.

Señala que más al fondo de la colonia la fuerza del río es mayor y el nivel del agua llega a más de un metro, pero, por lo pronto, los Mayo se preparan.

No tuvieron celebración de Navidad, pero con los camarones que han pescado a las puertas de su casa prepararán un caldo mientras desciende el agua.