La Secretaría de Salud de Guerrero decretó veda de moluscos bivalvos en Acapulco, específicamente del ostión plateado y violeta, debido a que se encontraron altos niveles de saxitoxinas que son 300 unidades por cada 100 gramos de carne.

El subsecretario de Regulación, Control y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud, Felipe de Jesús Kuri, informó que la veda de moluscos en Acapulco fue decretada hoy luego de analizarse que hay altos niveles de toxinas en el ostión plateado y violeta.

Dijo que en lo que va del año, ésta es la primera veda de moluscos bivalvos y cada cuatro días se estarán monitoreando los niveles de saxitoxinas y cuando esté dentro de lo normal se podrá levantar la veda.

El anuncio de la veda de moluscos causó molestia a los buzos y pescadores y solicitaron al gobierno del estado apoyo económico para compensar los días que no podrán extraer los ostiones plateado y violeta.

El funcionario estatal rechazó que sea una veda ficticia para afectar a los pescadores a unos días de la temporada vacacional, pues aseguró que se puede demostrar que estos moluscos tienen altos niveles de toxina y ponen en riesgo la salud de las personas.

"A los cooperativistas que venden estos productos le pedimos que hagan conciencia, en ningún momento tenemos la intención de perjudicarlos, la intención es alertar a la población y evitar que se pudiera llegar a dar un brote de intoxicación y pudiéramos tener un deceso".

Comentó que hasta el momento no se han presentado casos de intoxicación e informó que los mismos pescadores llevaron los moluscos para hacer las muestras y dijo que no hay ninguna intención de perjudicarlos porque está por iniciar la temporada vacacional.

"La muestra es del producto que ellos (pescadores) nos están presentando, nosotros no lo fuimos a sacar a otra playa, ellos mismos nos lo dieron, la veda sólo es en Acapulco porque en las costas no hemos encontrado que aumente la presencia de algas que producen las saxitoxinas".

Recordó que la última intoxicación que se dio por consumir moluscos fue hace cuatro años en una familia en Puerto Marqués, donde los mismos pescadores se negaron a respetar la veda y al consumirlos se enfermaron.

spb