En lo que ha sido una de las más vistosas y emotivas inauguraciones de Juegos Olímpicos que hayamos presenciado, de un arranque promisorio para los atletas mexicanos con el nombre de Soraya Jiménez repetido una y otra vez, alabado por quienes hasta hace poco ni siquiera la identificaban y menos la apoyaban, la telera mexicana sostiene su propia competencia en el medallero respaldada por una transmisión impecable en la señal internacional generada por la NBC con los 3.5 billones de telespectadores potenciales calculados.

La telera ha sido testigo del enorme despliegue tecnológico en la cobertura de las diversas cadenas por cubrir lo más completo posible estos Juegos de Sydney 2000. Las ojeras y el cansancio acumulados comienzan a hacer presa en todos los equipos de reporteros y comentaristas que salen a cuadro, no se diga de los estóicos técnicos que se debaten entre la incomodidad de los horarios, los resúmenes y las jornadas que se viven desde diversas instalaciones simultáneamente.

Nuestra telera despliega su propio estilo por lograr la mejor cobertura. Tanto televisa como TV Azteca han apostado a la mesura, síntoma de madurez y experiencia, en lo que se refiere a la inauguración, y disputaron sus primeras exclusivas en tener a como fuera lugar a la primera mexicana en obtener el oro, llegando a la acusación grave. Brozo Víctor Trujillo le dijo al aire a José Ramón Fernández que Televisa le había ofrecido dinero a Soraya Jiménez para que no acudiera al set de TV Azteca y sólo estuviera con ellos. ?Son prostitutos?, recalcó José Ramón sin que se escuchara una réplica o aclaración de la otra televisora. Al final de cuentas ambos contrincantes tuvieron a una Soraya que mostró en todo momento ecuanimidad y cierto desdén al observar cómo se la han peleado todo tipo de protagonistas, desde mandatarios en turno, mandatarios en ciernes y autoridades deportivas como Mario Vázquez Raña y el muy ?Tibio? Muñoz. El mejor regalo que pudo obtener Soraya, claro está después de áurea medalla, fue el matamoscas ?australiano? donado por Germán Dehesa para ahuyentar a tantos aduladores. La campeona solo reconoció a Jorge Camacho de CNI y David Faitelson como los que han estado en las buenas, las malas y las peores.

Los teleromanos que no son desvelados consuetudinarios o llegan con el lechero, tienen como nunca la oportunidad de seguir las incidencias de Sydney 2000 desde diferentes trincheras. Hay más de donde escoger: MVS a través de su canal MAS con transmisiones de 10 a 17 horas; CNN en español con cuatro resúmenes diarios; DirecTV con su canal olímpico, el 320, de 19 horas a seis de la mañana; SKY interactivo, con la ventaja para el televidente de escoger entre cuatro opciones en eventos con sólo apretar un botón de su control remoto; y CNI Canal 40 que, pese a sus limitaciones de producción, no se cansa con Jorge Camacho y Víctor Trujillo de darle un giro antisolemne a estos juegos olímpicos.

En las primeras eliminatorias TV Azteca con ?Los protagonistas? encabeza los mejores tiempos y resultados. Más dinamismo y labor reporteril en las huestes del Ajusco con Faitelson, David Garay y los especialistas Nelson Vargas en la natación y Mercedes García Ocejo con su sección ?La vida en azul?, muestra de que la cultura y el deporte no están peleados. Por Televisa el contraste entre Karla Iberia Sánchez y Rebeca de Alba. La primera, reportera de oficio, prepara reportajes de interés, como la vida y costumbres de los aborígenes, que suman 390 mil en Australia, motivo de grandes divisiones étnicas. La segunda, en plan de top model, que nunca lo fue, se digna a conversar con sus compañeros de equipo, cuidándose eso si, de sonreír demasiado, no vaya a arrugarse de más. Rebeca de Alba está en plan de muñequita de aparador. Da flojera mientras sus compañeros vestidos cual safari al Africam de Puebla no atinan si conversan o pueden ver a la princesita (Antonio de Valdés, Jorge Sonny Alarcón, Enrique Burak y Javier Alarcón). En el humor pésimo arranque de Derbez y Consuelo Duval. Improvisación sin sentido. Sus escritores de cabecera sufren el síndrome oceánico con resaca cerebral. Como nunca sus sketches son sosos, sin sus característicos remates que arrancaban la risa. El abuso del doble sentido y sus chistes escatológicos pierden fuerza ante el despliegue humorístico de Andrés Bustamante y Víctor Trujillo. El ?Güiri Güiri con su koala abrazado al árbol, el profesor especialista en tiburones, su personificación como Vicente Fox con auxilio en la caracterización de Hilda Soriano y sus Peluches, el ornitorrinco virtual acaparan el teleauditorio, prestándose para tal juego a un José Ramón Fernández, quien al lado de estos comediantes, pierde por momentos esa imagen institucional de solemnidad, dureza y cierto grado de recelo y encono. José Ramón es otro en ?Los protagonistas? y se le agradece. ?Brozo? sigue adelante en el medallero humorístico con su botarga de Canguro ?Escupe?, ?cruzado con perro callejero? como observó José Ramón fue de carcajada, cuando cayó cuan voluminoso es en uno de los charcos que rodean a este set acuático instalado por TV Azteca; o la caracterización como tía del conductor central de ?Los protagonistas?. El absurdo: Berry y Lourdes Ramos en Australia.

Falta aún lo mejor de Sydney 2000 y la telera recomienda las finales de natación y la espectacularidad del atletismo y las esperanzas llamadas Alejandro Cárdenas, Ana Guevara y Bernardo Segura. Hasta la próxima.

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