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Héctor Suárez se acomoda en el sillón. En el otro extremo del salón, el resto del elenco de la obra Toc, toc se prepara para la lectura corrida de esta puesta que se estrenó en París hace dos años y que ganó el Premio a Mejor Comedia.

Todos los personajes son pacientes que coinciden en la sala de espera de un célebre terapeuta. Y todos tienen un TOC: Trastorno Obsesivo Compulsivo, el de Suárez, en particular, se llama aritmomanía: todo lo cuantifica. Héctor habla de su neurosis, su personalidad “difícil” y el alcoholismo que lo tiene al límite de su vida desde hace 20 años.

El autor Laurent Baffier asegura que el secreto del éxito de “ Toc toc” es que tiene 50% humor y 50% reflexión. ¿Está de acuerdo?

Me parece buena reflexión de su parte pero literariamente estamos ante una comedia que no es muy rica en su texto; a nivel de comedia no tiene mucha sustancia y se trata de una comedia de situación.

Es una obra que hay que hacer, levantar con ritmo e interpreteación; si no, vamos a tronar porque la obra no resiste ningún análisis profundo.

Uno de los personajes es incapaz de pisar líneas. ¿Qué lineas usted nunca se ha atrevido a cruzar?

Al contrario, me he pasado de todos los límites. He pisado incluso el límite del alcoholismo, me desarmonicé con la naturaleza, con la tarde, la mañana y la noche; rebasé los límites del amor y entré a un infierno tremendo con todas las consecuencias que lleva.

¿Cómo pudo regresar de ese límite de alcoholismo?

Fácil no fue, ja, ja. Soy una persona difícil. Para mantenerme en el justo medio tengo que trabajar muchísimo debido a los lineamientos de mi personalidad. Amo la vida, al universo, el amor, pero eso es ahora que soy un meditador con 20 años de experiencia.

¿Fue duro pisar los límites de Televisa y TV Azteca?

Yo soy un actor vetado en la televisión mexicana. Y estoy vetado porque he sido un activista social en un país con una clase política vergonzante. Un actor como yo, un mexicano que ha puesto el dedo en la llaga, hoy es el día que no puedo trabajar en la television mexicana. Puedo hacer teatro y ci ne ¡con sus reservas! Mientras haya productores de tv coludidos con el gobierno y con la mafia y la trampa y la mierda, estaré vetado porque escogí el camino de la dignidad.

¿Qué frase o palabra debería repetirse en México hasta que se cumpla?

Vergüenza y honestidad. Yo no voy a creer jamás en ningún político hasta que diga: “Conmigo se acabó el fuero”. Al único que lo hizo, lo mataron, fue Colosio. La clase política mexicana es una lacra.

Usted le dijo a KIOSKO hace dos años que aceptaba ser un neuroticazo. Luego su hijo Héctor Suárez dijo que él era un neurotiquito ¿Será el ADN de los Suárez?

Ja, ja. No. Yo creo que un actor, el más chingón que me digas, debe ser un neurótico. Pero hay de locuras a locuras. Hay locuras hermosas y otras que son patéticas. Hay locos maravillosos que enfocan su neurosis por los caminos de la creatividad para darle algo a la gente. Ese ha sido mi trabajo.