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Esta no es una película normal. 500 días con ella se aleja de la comedia romántica predecible para lograr la decepción, no en los espectadores, sino en el protagonista, como ocurre en la vida misma y que fórmulas hollywoodenses habían olvidado.

Se trata sobre un chico que se enamora profundamente de una mujer, pero ella no de él. La raíz es compleja, “Summer”, encarnado por la actriz Zooey Deschanel (El fin de los tiempos, Gigantic), no cree en lo rutinario del amor, ella prefiere las aventuras casuales; pero “Tom”, protagonizado por Joseph Gordon-Levitt (Mysterious skin), se aferra a querer conquistar a alguien que no cree en el amor, con técnicas cursis, como el tener gustos musicales, cinematográficos y literarios similares.

La película dirigida por Marc Webb describe la vida de “Tom”, un joven dedicado a escribir tarjetas de felicitación, quien sueña encontrarse con la mujer que motive su creatividad. Es así como una mañana conoce a “Summer”, una secretaria de su oficina de quien se enamora a primera vista, pero resulta que la protagonista no cree en el romanticismo, no le gusta pasar toda su vida con el mismo chico y menos lo rutinario. A partir de ahí comienza una relación distinta que se verá en las pantallas del país a partir del próximo 30 de octubre.

El filme tuvo un recorrido en diversos festivales y ha logrado cosechar buenas críticas. Por cierto, durante su estreno en Estados Unidos logró recaudar más de 30 millones de dólares, cuando la película costó poco más de 7 millones.

Las críticas apuntan que como “Tom” se enamora de “Summer” porque comparten gustos eso hace a los personajes sencillos y vacíos.

Sin embargo, lo positivo apunta a que los espectadores se emocionarán al escuchar en la banda sonora a los Smiths, a Belle and Sebastian; encontrarán referencias con Bergman, escucharán citar al escritor Henry Miller, ver algún plano de la película El graduado y descubrir a los Pixies en un canta bar.

500 días con ella es una película simpática y agridulce que narra, como un diario, lo fugaz de una aventura amorosa que duró año y medio.

“Tom”, el muchacho, aún en este mundo moderno y cínico cree en la noción del amor transformador, que proviene de un destino cósmico y que se presenta sólo una vez. Pero Summer no comparte en nada esa visión, aunque “Tom” insista en ella.

La historia se encenderá cuando el primer día “Tom” conoce a “Summer”, la bella secretaria nueva de su jefe de la que descubre que son muy compatibles. Ya para el día 31, las cosas van adelantadas, aunque de manera “casual”. En el día 32 “Tom” queda enamorado sin remedio, viviendo en el mundo feliz y fantástico que ha creado con la “Summer” que vive en su mente.

Para el día 85, las cosas están en un tremendo limbo. Mientras la historia se mueve hacia atrás y hacia adelante a través de las relaciones erráticas que se dan entre los protagonistas, “Tom” y “Summer”, se crea un ambiente que va desde la obsesión, las citas, el romance y el sexo, hasta la separación, recriminación y el sentimentalismo.

El reto es unir los 500 días —igual a 16 meses—, en una relación que atravesará diferentes fases predecibles, pero otras tantas sorprendentes y novedosas que lograrán enganchar al espectador con esta película que busca reinventar el género y llevarlo a un nivel de originalidad. El encanto de 500 días con ella radica en el guión que presenta este amorío como un rompecabezas en el que se lucha para encontrarle sentido al amor y con la esperanza de hacerlo realidad.

Asimismo, marca el debut en largometrajes de Marc Webb a partir de un guión escrito por Scott Neustadter y Michael H. Weber (Pink Panther 2).