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La película infantil El gato con botas, que se estrenará en septiembre próximo, cuenta con la participación del cantante Kalimba, quien en sólo tres horas, grabó la voz de Pierre, uno de los protagonistas de la historia.

Para el cantante, quien desde los seis años comenzó con el doblaje en la película de Disney Harlem, el secreto para hacer un buen trabajo está en el amor que el actor sienta por el personaje.

“Un buen doblaje requiere que te metas en el papel, y para eso el personaje te debe gustar mucho. Pero también algo maravilloso que hacen los directores es elegir personalidades similares, independientemente de tener en cuenta la voz en el otro idioma, piensan en que a la persona le quede el personaje.

“Algunos son más penosos que yo, o más intrépidos, atrevidos o maldosos, entonces tienes que adaptarte al personaje y agarrar su ritmo, como pasa en la música”, aseguró .

En este sentido, Kalimba se identifica con Pierre, un muchacho melómano, que no se avergüenza por ir un paso adelante, y pelear por lo que le gusta sin pasar por encima de nadie para lograrlo.

“Pierre, es como de mi edad. Su papá se muere y le deja como herencia molinos a sus dos hermanos, y a él un gato. Ya es autosuficiente, va a un barecito y pide una cerveza, así que yo supongo que es mayor de edad. Y eso me gusta, que sea una persona con moral, con valores, principios, es muy amable y su sueño es llegar a la princesa, entonces, yo que me la paso haciendo canciones de amor, qué mejor personaje que un melómano”.

El intérprete del tema “Tocando fondo”, también ha doblado las voces de personajes como Hebert en 101 Dálmatas, Pinocho en la película del mismo nombre, Simba en El rey león, Chicken Little en Chicken Little, y Gabrosh en Los miserables, entre otras.

Un rockero bien portado

La noche previa a la realización del doblaje de la película El gato con botas, Kalimba salió con un grupo de amigos a festejar el triunfo de la selección mexicana sobre Estados Unidos, sin embargo, sólo se quedó una hora, pues considera que su trabajo es primero.

“Me llamaron para festejar y fui, pero me quedé sólo una hora y me salí tempranito para dormir, porque al otro día mi voz tenía que estar fresca. Antes podía llegar ronco, desvelado, cansado y lo hacía, pero después de mi transición del pop a ser rockero de melodía, le he bajado muchísimo a mi relajo.

“A la gente al parecer le gusta más el Kalimba rockero que el de antes, porque consideran que soy más natural al subirme al escenario a hacer lo que realmente amo”, señaló convencido.

Por otro lado, Kalimba continuará hasta fin de año con la gira de su más reciente disco titulado Mi otro yo, que ya llevó de promoción a Estados Unidos, Bolivia y Costa Rica.

Además, ya compone las letras para su siguiente disco, el cual tendrá un sonido más agresivo, y pondrá de buen humor a todo el que lo escuche.