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Kim Basinger, la mujer sexy de los 80 que hizo perder la cabeza a los personajes icónicos del Agente 007 y Batman, vuelve al cine luego de tres años de inactividad.

La actriz de 55 años protagoniza el thriller Mientras estás fuera, cuya producción ejecutiva corrió a cargo del realizador mexicano Guillermo del Toro. Kim interpreta a una ama de casa que se ve obligada a defenderse por sí misma cuando se encuentra sola con cuatro criminales en medio de un bosque aislado y oscuro.

Susan Montford, directora del filme, dice sobre la rubia y legendaria actriz:

“Es una persona encantadora; una gran dama y colaboradora. Creo que la gente piensa que por verse seria y, claro, por ser una mujer hermosa, no es una buena persona, pero se equivocan”.

Hace un tiempo, Kim Basinger dijo sin miramientos: “cualquier chica que viene a Hollywood como una sex-symbol tiene como una bomba colgada en su cuerpo y tiene que atravesar, generalmente, un camino demasiado áspero”.

Algo debe de saber al respecto esta mujer cuyo personaje erótico en Nueve semanas y media, la catapultó a la fama.

Entre los hombres no había quien no hablara de sus escenas hard junto a su colega Mickey Rourke.

Han pasado 24 años de aquella película inolvidable que Kim decidió protagonizar haciéndole caso a su intuición.

“Siento que hay dos personas dentro de mí: yo y mi intuición. Si voy en contra de ella, se irá enrollando cada vez más, si la sigo, nos llevamos bastante bien”.

Madura al fin, Kimila Ann Basinger, su verdadero nombre, ha buscado en los últimos años proyectos más ambiciosos para demostrar que, bien dirigida, puede llegar a ser una gran actriz.

De hecho, por L.A. confidential ganó un Oscar y sorprendió como la madre alcohólica del rapero Eminem en el largometraje autobiográfico 8 mile.

Vuelve a la voz la directora Montford, quien debuta en el cine:

“Después de reunirnos y tener una gran conversación, dijo que aceptaba participar en el proyecto”, afirma.

Eso daría a entender que Kim, nacida en Georgia, Estados Unidos, siempre fue de decisiones rápidas. Pero no.

Hija de una bailarina y modelo y de un músico de una banda de jazz, durante su etapa escolar se mostraba tímida.

Pero todo cambia. En su adolescencia, quizá luego de pláticas con su madre, comenzó a participar continuamente en concursos de belleza. Y no le fue nada mal. Tras conseguir el título de Miss Georgia a los 18 años, se trasladó a Nueva York para incursionar en el mundo del modelaje, logrando un buen contrato para la reconocida agencia internacional Ford.

En 1980 contrajo matrimonio con el maquillador Ron Britton, de quien terminaría divorciándose 10 años después.

Mientras disfrutaba su etapa de matrimonio, soñaba con ser actriz o cantante, así que un día decidió arriesgarse y posó desnuda para la revista Playboy.

Las ofertas de trabajo, entonces, se multiplicaron. Así, estuvo con Sean Connery en la película de James Bond Nunca digas, nunca jamás y con Burt Reynolds en Mis problemas con las mujeres.

Pero por supuesto, también tuvo fracasos. Al menos eso parecería. Fue rechazada en el casting del remake de King Kong que dirigió John Guillermin, papel que obtuvo finalmente Jessica Lange.

Entonces, meses después, le vendría la invitación para la ya citada Nueve semanas y media. Y fama, mucha, pero mencionó en alguna ocasión, nada le afectaba.

“Trabajo en un negocio extraño y la confianza es una palabra que es no está en el vocabulario”, expresó.

En 1993 se casó con el actor Alec Baldwin con quien tuvo una hija a la que bautizaron Ireland y que hoy tiene 13 años. La única descendencia de Basinger y el mayor de los Baldwin ha abandonado recientemente sus proyectos de convertirse en veterinaria, para probar suerte como actriz, al igual que su famosa mamá.

El matrimonio de ambos actores no terminó bien y en la lucha por la custodia de su hija, Kim demostró ser una mujer de armas tomar, dispuesta a todo para hacer valer sus derechos maternales.

En medio del maremagnum del estrellato, alguien le cuestionó si todavía se emocionaba por algo. Y ella, sin perder la cordialidad que cautivó a la ya citada directora Montford en Mientras está fuera, contestó, con ternura creíble:

“La mano todavía me tiembla cuando firmo autógrafos. ¡Yo todavía voy y me siento en las películas como los otros, con la mirada hacia arriba y digo: ¡Dios, estrella de cine!. Aunque esté en el negocio no quiero perder eso, soy como un niño pequeño y no quiero cambiar jamás”.

Hace un par de años, antes de participar en el proyecto de Guillermo Del Toro, Kim Bassinger conoció a otro mexicano, el escritor Guillermo Arriaga, el mismo de Amores perros y Babel.

Lo conoció cuándo él la invitó a participar en The burning plain, que sería su ópera prima. Y aceptó el papel de una mujer madura que sufre.

Ya en el rodaje se comportó como una profesional, halagando al director y comportándose como si no fuera una gran estrella de Hollywood.