aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Para Diana Bracho, su padre era la Biblia

Fernando Figueroa| El Universal
Domingo 07 de junio de 2009
La actriz recuerda al realizador de la película “La sombra del caudillo”

showbis.@eluniversal.com.mx

En 1960, Julio Bracho (17 de julio de 1909-26 de abril de 1978) llevó al cine La sombra del caudillo, la novela homónima de Martín Luis Guzmán. A la premiere asistieron el presidente Adolfo López Mateos y varios secretarios de Estado. Tres días después, se confiscó el negativo. Bracho estaba invitado al festival de Karlovy Vary y tuvo que salir de México casi clandestinamente, con su copia bajo el brazo. Después de eso se le cerraron las puertas de la industria y muchos amigos le dieron la espalda. Diana Bracho, quien no sólo era hija de don Julio sino también sobrina de Andrea Palma, Dolores del Río y Ramón Novarro, es quien responde.

—¿Perdonó su papá tanta ignominia?

—Él no era resentido, y eso me lo heredó a mí. Su sentimiento no era de coraje, sino de tristeza.

¿Es verdad que de niña se le antojaba un papá viendo el futbol y no platicando con Octavio Paz?

La relación entre mi papá y yo era perfecta, pero muchas veces uno quiere una familia más parecida a la de los amiguitos de la escuela, con mamá haciendo sopita de fideo.

¿Quién le simpatizaba más de los amigos de su papá?

Yo estaba muy chica y todos me trataban bien. A Villaurrutia lo recuerdo perfecto. Basurto era tan alto que una vez me fui para atrás y me caí tratando de verle la cara.

¿Cuál es la película de su papá que más le gusta?

No me va a creer, pero no las he visto todas. Hace poco vi La corte del faraón y me encantó. De mis favoritas: Crepúsculo, Distinto amanecer, Rosenda y La sombra del caudillo.

¿Su papá nunca dirigió a Dolores del Río?

La dirigió en España, en Señora ama, la novela de Benavente.

Ahora usted está filmando “La noche de las flores”, que Dolores no quiso hacer. ¿De qué se perdió ella?

De un proyecto muy padre.

Usted ha dicho que no la trató mucho a ella porque no le atraían las divas. ¿Se arrepiente?

En general, no me arrepiento casi de nada. La relación no se dio muy estrecha y ni modo. Yo vivía enfrente de su casa, y cuando nos encontrábamos, nos saludábamos con mucho respeto.

¿A usted le dicen diva?

El único que me dice así, en broma, es mi marido.

¿Convivió mucho con Ramón Novarro?

No mucho, pero cada que venía a México, iba a la casa. Mi papá siempre me dijo que Novarro lo ayudó mucho.

¿No se traumó cuando don Julio le dijo a usted que no tenía aptitudes para actuar?

En absoluto. Lo que decía mi papá era la Biblia para mí.



Ver más @Univ_espect
comentarios
0