Como se sabe, la vida personal de Charles Spencer Chaplin, el famosísimo Charlot, fue tormentosa, sobre todo por sus frecuentes escándalos sexuales.

Entre ellos destaca el juicio en el que se vio involucrado en 1944, como consecuencia de la demanda presentada en su contra por una mujer llamada Joan Barry, una de sus varias partenaires (parejas), con las que nunca se casó.

Le acusó de haber violado la Ley Mann, al negarse abiertamente a hacerse cargo de la manutención de la pequeña Carrol, hija de ambos.

En las postrimerías de 1941, apenas habiéndose divorciado de Paulette Godard, famosa estrella del cine hollywoodense, con quien se había casado en 1933, el protagonista de El gran dictador, Tiempos modernos y Luces de la ciudad, entre tantos otros de sus éxitos fílmicos, fue sorprendido en abril de 1942 con la demanda de Joan.

Sin embargo, el juicio se inicio hasta el 24 de marzo de 1944.

Aquel día, la demandante hizo un largo relato de sus amoríos con el artista, según se reseña en la información publicada por EL UNIVERSAL, fechada en Los Ángeles, California.

Fredrick Othman, corresponsal de la United Press, precisa que Joan Barry inició, con una sonrisa nerviosa, una extensa relación testimonial de los hechos en que ella y Chaplin se vieron inmersos.

“Lucía un vestido color tabaco y un abrigo azul. Desde su entrada al salón de jurados mantuvo apartada, deliberadamente, su mira del actor y director cinematográfico. Con voz firme contestó las preguntas que le hizo el agente del Ministerio Público.”

ME INVITÓ A SU ALCOBA

Miss Barry dijo que en mayo de 1941 conoció a Chaplin, a quien en la segunda mitad del año visitaba cinco o seis veces a la semana, en la mansión que el artista tenía en Beverly Hills.

Al año siguiente, las visitas fueron sólo dos o tres veces por semana.

Siguió diciendo que ella le firmó un contrato que Chaplin le presentó para hacerla artista de cine, aunque “de segunda categoría”, pero que al año siguiente ya no se sentía muy contenta de ser su “protegida”.

“Me molestaba verle tan terriblemente ocupado con el rodaje de La fiebre del oro y con otra cinta que estaba preparando. Me quería marchar, pero no me dejaba.”

Cuando Carr, abogado del Ministerio Público, le preguntó si había tenido relaciones íntimas con Chaplin en el mes de junio de 1941, su respuesta fue afirmativa, después de morderse los labios.

Joan relató igualmente que ella y el actor cómico viajaron más adelante a Nueva York. Dijo que fue a los estudios del artista a recoger los boletos de ferrocarril, en el que se trasladó a la Urbe de Hierro.

Los cuatro días los pasó en casa de una tía, “luego pasé una noche en el Waldorf Astoria y me mudé al hotel Pierre, donde estuve tres semanas”.

Chaplin y la demandante se vieron hasta el 16 de octubre en el Stock Club y se reencontraron hasta tres días después, cuando cenaron y bebieron en El Morocco.

“Luego nos fuimos en taxi a las habitaciones de Mr. Chaplin en el Waldorf Storia, ahí me invitó a pasar a su alcoba.”

‘NUNCA ME CASÉ CON ÉL’

Al regresar ambos a Los Ángeles, continuaron viéndose, “pero nunca me casé con él”, dijo Barry.

De acuerdo a la nota de UPI, las interrogaciones del fiscal subieron de tono, hubo muchas demasiado espinosas acerca de sus relaciones íntimas con el acusado, mismas que se repitieron a lo largo de todo el juicio.

Joan contestó siempre con prolijidad de detalles.

Durante el interrogatorio de Jerry Giesler, abogado defensor de Chaplin, le planteó que si al mismo tiempo de andar con el artista tenía ella relación con otro hombre.

“¡Sí!”, contestó, sin revelar nombre, pero aceptó que había estado un tiempo con esa persona en México.

Se suscitaron varias preguntas intrascendentes hasta que Joan señaló que la situación entre ella y Charles Chaplin comenzó a tener cierta tirantez y riñas.

Pensaba terminar con la relación, “porque él me decía muchas, muchas mentiras”.

Más adelante, el interrogatorio se centró en la cuestión financiera. Giesler se pasó más de una hora discutiendo los detalles de la economía de Miss Barry.

El abogado defensor de Chaplin buscaba a toda costa hacer incurrir a Joan en contradicciones.

LÁGRIMAS DE CHAPLIN

El juicio se alargó más de un mes, hasta que el 7 de abril del mismo 1944, el astro surgido del cine silente fue absuelto por el jurado formado por “personas respetables por su edad”.

Por lo mismo, fue retirado el cargo de violación a la Ley Mann, de que le acusó su “protegida”.

Los medios informativos destacaron que durante el proceso, Chaplin derramó varias veces amargo llanto. Sin embargo, al salir, fue visto sonriente, feliz y evidentemente satisfecho con el triunfo conseguido ante los tribunales.

De acuerdo a los biógrafos del famoso Charlot, aparte de sus tres matrimonios formales, iniciados en 1918, cuando se casó con Mildred Harris, con quien duró sólo dos años, Chaplin se interesaba constantemente en seducir jovencitas, entre ellas se mencionan también a Edna Purviance, May Collins, Peggy Hopkins y la famosa estrella del cine mudo Pola Negri.

Sus otras dos uniones conyugales fueron, en 1924 con Lita Grey, que aparece en la cinta El chico.

La joven se convirtió en su objeto de deseo y debió casarse con ella, debido a que, con sólo 16 años de edad, ella había quedado embarazada del cómico.

El divorcio vino en 1927, después de procrear dos hijos.

Paulette Godard se casó con el artista en 1933, siendo su matrimonio más duradero, ya que terminaron por divorciarse en 1941.

LA BODA QUE NO FUE

El escandaloso juicio propiciado por Joan Barry le impidió a Charles Spencer Chaplin casarse, a sus 54 años de edad, con Oana, hija del escritor Eugene O’Neill, de apenas 18 años de edad, quien por cierto permanecería a su lado el resto de su vida.

En 1959, a sus 78 años, Charles fue padre de su octavo hijo con Oana.

En 1966, al cumplir los 80 años, realizó su última película, La condesa de Hong Kong. Para entonces vivía con su esposa y sus ocho hijos en Vevey, Suiza, donde se había refugiado desde 1949, al ser víctima de la persecución del Macartismo en Estados Unidos, por sus ideas políticas.

Fue originario de Lambeth, Inglaterra, donde vio la luz primera el 16 de abril de 1889.

Sus padres fueron actores, de condición muy humilde. Su progenitor Charles falleció víctima del alcoholismo y su madre Hanna tuvo que ser internada en un sanatorio siquiátrico.

Vivían en extrema pobreza, por lo que junto con su hermano Sidney, el actor tuvo que mendigar para poder comer.

Al morir sus padres, los hermanos deambularon por varios orfanatos.

A pesar de su gran fama y riqueza, Charles Chaplin dijo que la miseria en que vivió, nunca la olvido.

“Todo está en mi memoria: aquel Lambeth que yo dejé, su miseria y su mugre.”

En 1972, tras más de 20 años de ausencia, volvió a Estados Unidos para recibir el Oscar al Mérito, por toda su obra.

El gran cómico, surgido a la fama en los albores del cine silente, murió a los 88 años durante la Navidad de 1977.

Hizo 79 películas a lo largo de más de 50 años de creatividad constante.