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Jorge Mistral, por la puerta falsa

El Universal
Lunes 04 de febrero de 2008
El actor español decidió cortar su vida con un arma de fuego en 1972, después de padecer un cáncer que le había deteriorado la existencia

El 21 de abril de 1972, Jorge Mistral, famoso actor español radicado en México, decidió quitarse la vida con un certero balazo.

La noticia se dispersó rápidamente por los corrillos del medio artístico, no sólo por la popularidad del histrión hispano, sino porque su carrera, que había entrado en nuevo auge, lo mantenía en la pantalla televisiva, como uno de los protagonistas de la telenovela de mayor rating del momento, Los hermanos coraje, así como con la exitosa temporada teatral de Los enemigos no mandan flores.

Al día siguiente, los medios informativos desplegaron el intenso drama protagonizado por el actor en la vida real.

De acuerdo a la nota informativa publicada en EL UNIVERSAL, el tiro que se dio Mistral en su casa de Tiépolo 20, de la colonia Nápoles, retumbó fuertemente en el vecindario aquella fatal madrugada.

Olga Marchetti, su segunda esposa, con quien vivía, reveló inconsolable a la policía que dormía en la recámara en el momento en que su esposo se quitó la vida.

Ella misma fue sorprendida hasta las lágrimas por la fatal determinación del protagonista de películas como Amar fue su pecado ( 1951), Abismos de pasión y Más fuerte que el amor (1953).

La ingrata sorpresa para Olga Marchetti fue doble: con el deceso de su marido se enteró finalmente que Mistral hacía tres años padecía cáncer en el duodeno “en las últimas semanas él había perdido el apetito, pese a que le encantaba cocinarse su paella”, explicó la viuda a las autoridades policiacas.

A la hora de morir, quien saltara al estrellato con la cinta española Locura de amor, donde compartió estelares protagónicos con la estrella Aurora Bautista y el primer actor Fernando Rey, tenía 52 años de edad.

Fue originario de Aldaya, población cercana a Valencia. Su carrera dio inicio profesionalmente en 1937, con la película Botón de ancla.

El mismo año que optó por dejar este mundo, Jorge había festejado en grande sus 25 años profesionales. Su verdadero nombre fue el de Modesto Llosas Rosell.

Vodka y calmantes

Las investigaciones sobre el suicidio de Mistral indicaron que todo fue propiciado por su avanzado mal, que “valientemente ocultó a sus amigos y familiares”.

El actor Víctor Alcocer, que era también parte del elenco de la telenovela Los hermanos coraje, dijo que fue una de las contadas personas que sabía de la terrible enfermedad de Mistral.

“En nuestro camerino de la telenovela del canal 8, que se grababa en lo que fueron los estudios fílmicos San Angel Inn, mi compañero, amigo y compadre, se encerraba para afrontar los dolores pavorosos a causa del cáncer.

Se revolcaba en el suelo. Me pedía los calmantes y un poco de vodka, para soportarlos.”

De la misma manera, Alcocer subrayó que Jorge Mistral, que en los años 40 se convirtiera en el actor galán más cotizado de España “veía llegar su fin, pero me hizo jurar que nunca le diría una palabra de su enfermedad y sufrimiento a Olga, su esposa, ni a nadie”.

A pesar de que tenía carácter introvertido, pero firme en sus convicciones, solía hacer bromas, como cuando grababa Los hermanos coraje, explicaron varios de sus compañeros que asistieron a su velorio. “Solía decir: yo soy el que hago pasar corajes a los hermanos”. Estaba muy contento con su personaje de Pedro Barros, cacique del pueblo y villano de la novela, de la que se llevaban grabados 75 capítulos, al morir Mistral. Su papel fue tomado, por cierto, por otro actor español, Armando Calvo.

En declaraciones para la prensa, su viuda señaló que le había advertido a su esposo que se le veía muy delgado, “llevaba perdidos siete kilos. Sólo me respondió: ya pasará. Por otro lado, subrayó “hace unas semanas Jorge llegó a casa a media noche, después de la representación de Los enemigos no mandan flores, me comentó que tenía muchos planes, quería montar una agencia de representación artística para todo el continente americano, aprovechando sus contactos. Deseaba propiciar oportunidades de trabajo para sus compañeros actores mexicanos”.

Dos datos claves

Tanto a su esposa, como a Víctor Alcocer, Jorge Mistral les dio la clave de su próxima determinación, aunque ellos no se percataron bien de sus afirmaciones. “Durante una de nuestras charlas —explicó Olga—, surgió el nombre de Pedro Armendáriz. Jorge se puso muy serio y me comentó que era el hombre con más valor, que había conocido. Le he admirado como a nadie, me dijo”. Cabe recordar que el actor mexicano, que alcanzó fama internacional, se mató igualmente, años antes, con una pistola y también sufría de cáncer. Olga afirmó a EL UNIVERSAL, que ella no había comprendido cabalmente en aquel momento, la trascendencia del comentario de su marido. “Ahora lo sé. Pedro y Jorge tuvieron vidas análogas. Casi gemelas. Dios lo sabe”.

Aquel día aciago, en que su amigo se suicidó, Alcocer comentó que conversar con él “era muy ameno. Jorge fue un hombre hasta el fin. En sus momentos más duros, me decía: préstame tu hombro para llorar, compadre; para llorar... Se recargaba en mí y añadía: nos quedan muy pocos días juntos, pocos días”.

Sus últimas lineas escritas fueron una confesión de perdón “por este mal rato”. Fueron dirigidas a sus amigos, compañeros y desde luego a su amada Olga. En la capilla 10 de conocida agencia funeraria de Sullivan y Rosas Moreno, desfiló un mundo apesadumbrado de dolientes, para decir adiós a Jorge Mistral. Al día siguiente, sus restos mortales fueron trasladados al Lote de Actores del Panteón Jardín; almas quebrantadas por la ausencia del hombre y destacado actor, quien durante tres largos años soportó, como ya dijimos, con estoicismo su dolorosa enfermedad.

El tiempo, su peor enemigo

En diciembre de 1971, en entrevista para la sección de espectáculos de EL UNIVERSAL, cinco meses antes de su partida, el actor aseguró que su peor enemigo era el tiempo “porque el tiempo no perdona. El público sí. Un buen día uno se percata de todos los años que han pasado y se pregunta: ¿todavía tú? La respuesta es sí, todavía yo”. Veinte años antes había dado el gran golpe protagonizando en México la cinta El derecho de nacer. Su primera etapa en el cine mexicano fue en los 50. En 1969 regresó a radicar a nuestro país después de larga ausencia. Desde su llegada sentía liquidada su carrera artística, pero la misma comenzó a reverdecer y entonces encontró a su verdadero amor: Olga, su segunda esposa. Pero fue aquí donde finalmente lo sorprendió la muerte.

Días después del deceso del actor hispano, Jorge de 22 años, Joaquín, de 19 y Cristina, de 16, los tres hijos que procreó con Cristina Ruiz, su primera cónyuge, decidieron denunciar el intestado para pelear el derecho que les asistía a recibir la herencia dejada por su padre. Esto a pesar de que el actor había entregado ya enorme cantidad de dinero a la señora Ruiz de Mistral, después de ocho años de haberse “olvidado” de cumplir con la pensión alimenticia de sus tres hijos.

Así pues, con un certero balazo, Jorge Mistral puso punto final al último capítulo de su vida.



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