La dinastía de José Ramón Fernández no sólo se distingue por tener una visión crítica sobre los deportes, sino que hay un linaje de comicidad en el fondo que, en el caso de Joserra , sólo se revela cuando está al lado del comediante Andrés Bustamante.

Sin embargo, el veterano conductor descubrió que su hijo Juan Pablo Fernández se empeña en demostrar que lo suyo es el arte de imitar.

A pesar de que estudió una licenciatura en comunicación, Juan Pablo se inclinó por la comedia, a diferencia de su hermano José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo, rompiendo la tradición familiar.

Y es que en lugar de increpar a las figuras del deporte, él les da vida con caracterizaciones como las de Julio César Chávez, Ricardo LaVolpe, Ronaldo, Ronaldinho, David Beckham y hasta Clavillazo y Luis Miguel, entre otros.

"No sé cuándo nació esta pasión. Desde niño cuentas chistes, imitas al abuelo y a los profesores", platicó el heredero de 28 años y que practica la comedia "como hobby".

Empezó haciendo voces en la radio. Llegó a Los protagonistas en el Mundial de Futbol Alemania 2006 para parodiar a LaVolpe -en ese entonces entrenador de la selección nacional de futbol- y a Cuauhtémoc Blanco, su personaje más sólido.

"Al principio le sugerí (a José Ramón Fernández) que su programa tuviera comedia, y cuando me escuchó en la radio me dijo que sí se podía hacer algo en televisión; así empecé.

"La caracterización que hago de Cuauhtémoc es contraria, porque en la cancha él es un tipo duro y aquí es un personaje más cálido, que se burla de sí mismo", dijo Juan Pablo.

En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 se atrevió a crear un molde de la cara de su papá y lo imitó.

José Ramón Fernández considera que la profesión que su hijo escogió es complicada, y recuerda que haber aceptado que hicieran una mascarilla de su rostro fue algo incómodo.

"Lo hace bien, porque ponerse esas máscaras es terrible. A mí, cuando me colocaron el molde, pasé una hora y me arrancaron las cejas y las pestañas", bromeó el periodista.

"Si le gusta (la comedia), que aprenda; siempre le gustó pegarse mucho a Andrés Bustamante y tiene la facilidad de imitar... que lo haga", aconsejó el padre.

"Mi papá es el personaje más fácil de imitar. Lo que importa para una parodia bien lograda, además de la caracterización y el tono adecuado, es el argumento; ése lleva la mitad de peso, porque si no tienes un buen guión, es aburrido", dijo Juan Pablo.

Aprendió a improvisar, a no usar apuntador y a tomar riesgos. Lo hizo persiguiendo al Güiri Güiri desde los 16 años: "Fue como desde 1994 y de ahí aprendí mucho la improvisación", recordó Juan Pablo.

"Bustamante nunca ha usado apuntador, ni Víctor Trujillo; la improvisación es tan buena, que ninguno necesita que le digan qué tiene que hacer o decir. Considero a Bustamante el humorista más completo que ha tenido el país en los últimos años.".

Actualmente, Juan Pablo participa en El informal, con Jesús Guzmán, y en el programa Joserra presenta, que conduce su padre todos los lunes, y aprende de otro de sus maestros, Alejandro Suárez.

Sin embargo, no sólo lucha por conseguir un horario dedicado a la comedia en TV Azteca, sino un espacio donde pueda parodiar a personajes de la vida cotidiana, incluso a políticos.

"El problema es que en TV Azteca no hay comediantes, ni una barra cómica; recién llegó Alejandro Suárez y está El informal (Jesús Guzmán). Ojalá haya una barra cómica que nos permita a varios hacer algo, por lo menos intentarlo", concluyó Juan Pablo.