Cecilia Toussaint enamora con boleros
La rockera historia de Cecilia Toussaint empieza con colores pintados por ella misma en 1983. Aquel año, Jaime López y José Elorza completaban junto a ella la alineación del grupo Abril, nombre que meses más tarde derivaría en Arpía. Ese fue el comienzo de la carrera de quien ahora se conoce como figura emblemática del rock mexicano. Pero en aquel tiempo, el financiamiento económico era una utopía y el ingenio era la moneda de cambio. Para sus primeras tocadas, Arpía mandó fotocopiar mil volantes en blanco y negro donde aparecía la imagen de Cecilia Toussaint con sudadera, pantalón de mezclilla y unos tenis austeros. Toussaint miró las copias y pensó: "Me hace falta un color". El problema cromático podría resolverse con una impresión de mejor calidad pero la cantante recuerda: "No teníamos nada de lana". Entonces tomó una caja de colores. Se sentó y pintó cada una de las dos agujetas de los tenis austeros en los mil volantes fotocopiados. A 23 años de distancia, y con una trayectoria que ha transitado por el rock y por la actuación, la canción infantil y últimamente en los boleros de Consuelito Velázquez, Toussaint recuerda aquella experiencia: "Pinté las agujetas. Cada volante tenía las agujetas de color diferente... así fue la primera tocada de Arpía. -El primer disco de Arpía (1984) empezaba con un testamento recitado al revés ¿hoy reivindicas las declaraciones de aquel texto? -El testamento decía algo así como: "Corta y confecciona su muerte / Cada quien con sus tijeras / Si me pegan me desquito / Voy derecho no me quito / Me ganaste pero ahí te voy". De modo que sí, hoy sigo pensando lo mismo. -¿Quiénes son los beneficiarios de tu testamento de vida? -Mis hijos por supuesto. Sólo por ellos me atrevo a hacer cosas como dibujar, aunque siempre sea lo mismo: un paisaje con sol. -¿Cuál de tus discos merecería mejor suerte? -Quizá Otro lugar. Por problemas con la disquera, fue lanzado en 2004 a pesar de que estaba listo desde un año antes. Era una selección de mis temas favoritos arreglados y dirigidos por músicos como Aleks Syntek, Café Tacvba, El Gran Silencio, Jumbo, Zoé, Eugenio y Enrique Toussaint, entre otros. -¿A qué concierto de la historia te hubiera gustado asistir? -A alguno de The Beatles, cualquiera, hubiera sido increíble. -¿Qué canción te hubiera gustado cantar? -¡Uy! No sé. A lo largo de mi carrera me he servido muy bien. Pero desde luego, creo que Jaime López es uno de los mejores compositores que ha dado México. -Además de Jaime López ¿qué otro compositor admiras? -Recientemente descubrí al compositor uruguayo Jorge Drexler. Siempre ha sido difícil encontrar buenos compositores, así que el encuentro con Drexler fue verdaderamente gratificante. Sé que la gente lo ubica por haber ganado el Oscar, pero yo me fui más atrás, a las composiciones de años anteriores y les aseguro que es un gran compositor. -¿Cuál de los conciertos que has ofrecido a lo largo de tu carrera te gustaría repetir? -Todos han tenido su encanto. Cuando hay dos personas o 20 me da igual que cuando hay mil o dos mil. Todos me han gustado. -¿Cuál canción de Consuelito suele consolarte en tus momentos tristes? -Todas. No hay una en particular. El hecho de reinterpretar a Consuelo es un consuelo. -¿El rock mexicano murió un día después del polémico festival de Avándaro, en Valle de Bravo? -No. El rock mexicano ¡nació! un día después de Avándaro ¿o no? -A propósito de los colores con los que pintaste las agujetas de Arpía ¿de qué color ves tu futuro? -De colores... espero.





