Difícil encontrar a otra persona tan plena y positiva como Queta Lavat, prueba de ello es su primer comentario: "Nací en el DF en 1929 y me encanta decirlo, pues creo que estoy muy bien conservada, gracias a Dios".

Ciertamente, la actriz está en plenitud a los 78 años de edad y, sobretodo, activa y vigente.

Ha sido invariablemente optimista, nada lo ve con pesimismo y menos catastróficamente; a todo le encuentra una razón que la motive, aun hablando de la muerte. "Sí -insiste-, no sólo me he podido conservar bien, sino con mucha salud y gran ánimo. Eso me ayuda a tener buen carácter".

En su niñez, Queta vivió con sus padres inicialmente en la colonia Roma, "luego nos cambiamos a la San Rafael. Tomaba clases de baile en la academia Shirley, donde conocí a Blanca Estela Pavón, que era más grandecita que yo; a Silvia Derbez y a María Elena Marqués, haciéndonos amigas para toda la vida".

Una invitación al cine

María Elena Marqués ha sido determinante en la vida de Queta, "efectivamente, ella, siendo las dos muy jovencitas, me animó a incursionar en el cine. Había ganado un concurso para convertirse en actriz y su primera película fue Así se quiere en Jalisco, al lado de Jorge Negrete".

Después de varios trabajos fílmicos, María Elena se volvió a cruzar en el camino de Queta, "fue entonces que me invitó a entrar a Las colegialas". Sus padres no se opusieron, "les encantó la idea".

Qué bonita familia

Queta dice orgullosa que la familia que formaron sus padres "fue muy bonita, ¡imagínese, fuimos seis hermanos! Hemos sido muy unidos y nos queremos muchísimo".

Su familia tiene raíces españolas y francesas, "mi abuelo materno, Miguel Bayona, llegó de España y en Colima conoció a mi abuela. Al morir mi abuelo en plena Revolución de 1910, el tutor de la herencia dejó a mi abuela en la calle literalmente y con seis hijos".

La actriz de La perla, Dos tipos de cuidado y Menores de edad conoció a quien sería su marido cuando participaba en su segunda cinta.

María Elena volvió a aparecer en escena, "filmando en Acapulco, me dijo: ´Te voy a presentar a un muchacho soltero, decente, trabajador y guapísimo´. Y tenía razón. Nada más me lo presentó y ahí quedé. Duramos ocho años de novios y 43 de casados".

Recapitulando su labor histriónica, dice: "He tenido una carrera preciosa, no tengo nada de qué quejarme del medio artístico. No llegué a estrella porque... quizá no era mi destino. Siempre he hecho lo que me gusta".

En total ha filmado 160 películas y 40 telenovelas, "porque deben saber que soy pionera de la televisión".

´La arañita´ de Negrete

Anidó uno de sus mejores recuerdos durante el rodaje de Dos tipos de cuidado. Fue para ella maravilloso trabajar "con aquellas estrellotas, Pedro y Jorge. El señor Negrete, a quien yo le decía don Jorge, nos invitaba a tomar cafecito y pan dulce, amenizado con pláticas de lo más a gusto. Yo le caía muy bien a Jorge. Mi único vicio ha sido siempre tejer y me la pasaba tejiendo en los ratos libres, por ello Negrete me decía: ´Usted es mi arañita, porque nunca he visto una niña de su edad tejiendo, eso es costumbre de las abuelitas´. Tenía yo 16 años de edad".

Entre Queta y El Charro Cantor surgió una gran amistad, "desde luego, participé en sus filmes Un gallo en corral ajeno, Camino a Sacramento, Tal para cual, Dos tipos de cuidado, Y me he de comer esa tuna, cinco en total.

Ya llegó ´tu padrinito´

Habla también de Pedro Infante, "cuando filmamos Dos tipos de cuidado, Pedro siempre estuvo muy apenado, inclusive le llamaba a Negrete ´don Jorge´ y lo respetaba enormemente. Era muy dicharachero, muy agradable pero en esa cinta estuvo muy seriecito. Me tocó hacer otros filmes con él. Estuve en rodajes donde Irma Dorantes, mi amiga, era visitada por Pedro".

Queta relata la presencia del ídolo del pueblo mexicano en la filmación de Menores de edad, donde participaba también Irma, "Irma y yo éramos unas chiquillas. Pedro iba a buscarla, pero mientras actuábamos, él permanecía sentadito en el set, hasta el fondo, con su tejana bien puesta. No se me olvida que le decía a Irma: ´Ya llegó tu padrinito´".

A pesar de lo comentado, acepta que es difícil mantener amistad con la gente del medio, "tengo pocas amigas actrices, pero con todas me llevo bien. Al cumplir 70 años vinieron muchas de ellas. A los 75 refrendé la fiesta y si Dios me presta vida, voy a organizar otra ´pachanga´ para los 80".

Para conservarse, Queta no hace dietas ni ejercicios, "sólo voy a mi natación diaria. Además, soy feliz, lo cual se refleja en la cara de uno".

Ser feliz es fácil

Esta convencida de que "si uno quiere ser feliz, es fácil lograrlo. Hay muchas personas muy amargadas que van con la tristeza por delante y así no se disfruta la vida".

Luego se describe como un ser humano "común y corriente, no he sido nunca de muchas parrandas y desveladas. Me he mantenido lejos de los escándalos. Ya dije que duré 43 años de casada y ocho de novia con el mismo señor. Sólo tuve tiempo de forjar mi familia: mi esposo, cuatro hijos, nueve nietos, tres nueras y un yerno. Estoy apapachada y llena de amor".

Profesionalmente, afirma, "en todo lo que he hecho me recomendó mi trabajo. Nunca me apoyo ningún señor y jamás me impuso algún amante, quizá por eso no alcancé el estrellato, pero no me arrepiento."

Queta piensa que morirse "es como quedarse dormidito y eso es bueno. Pero amo la vida y la disfruto, espero Dios me conceda por lo menos otros 10 añitos, Vamos a ver qué pasa".