´Chabelo´ ya pertenecea la ´raza de bronce´
Una madre mexicana levantó a sus hijos cuales trofeos de futbol y luego gritó: "¡Chabelo, Chabelo! Saluda a tus niños". La mujer no reclamaba la paternidad de Xavier López sobre sus hijos, pero en la efusividad del momento, al ver tan cerca a El amigo de todos los niños, quiso que Chabelo conociera a su hijo y le firmara un autógrafo en su playera de rayitas azules. El conductor que cada domingo y por tres décadas ha despertado las ilusiones de los niños mexicanos, develó su estatua en el Parque de los Venados de la ciudad de México. Chabelo se vio esculpido en bronce y dijo: "Ahora lo compruebo: soy muy feo". En realidad la estatua no es retrato fiel del conductor, sino que se esculpió una imagen caricaturizada. La razón, según él mismo: "No quise que fuera un homenaje a mi persona, sino un reconocimiento a la familia, el valor más alto de cualquier sociedad. Si no hay familia no es posible el crecimiento de ningún tipo". De modo que la estatua también fue develada por los Sarabia, una familia de tantas que hay en México, escogida al azar por el Círculo de Periodistas, organizador del homenaje. Los Sarabia, en nombre de todas las familias mexicanas que han catafixiado las mañanas de sus domingos para ver el programa de Xavier López En familia, jalaron del listón que descubrió la estatua. Luego, muchas otras familias se acercaron para que les firmara un papel. Entre ellas, la madre mexicana que levantó a sus hijos, uno en cada brazo, para que les autografiara sus playeras. El escritor Víctor Hugo Rascón Banda, el productor Guillermo del Bosque y el comediante Polo Polo asistieron al homenaje. Todos coincidieron en que los domingos no serían lo mismo sin Chabelo. Cierto. Quizá los niños dejarían de ver la tele y leerían un libro. Verse a sí mismo en bronce obligó a Chabelo a la reflexión de su vida: "Yo no merezco homenajes. Lo único que merezco, mi mayor premio, es que después de tantos años sigo haciendo lo que me gusta. No tengo otra palabra que ´gracias´ por este tiempo que me han permitido trabajar en lo que a mí siempre me ha gustado". Habló con mesura sobre su futuro: "Me falta todo por hacer. En lo personal, trato de dar lo mejor para mi familia aunque son ellos quienes deberían hablar de eso; yo no puedo ni debo prejuzgarme". Obviamente, Chabelo estuvo acompañado de su familia. Estuvieron sus hijos y su hermana, quienes no se escaparon de la efusividad de la madre cazaautógrafos. La hermana de Chabelo le dijo: "Pero, ¿qué le pongo? Yo no soy famosa, sólo soy la hermana". A aquella madre no le importo: "Pues ahí póngale que los quiere mucho", dijo mientras le ofrecía a su hijo en brazos.





