Si en los años 40 y 50 quien hacía cine pornográfico en México lo hacía anónimamente, ahora quienes lo ejecutan simplemente pueden dejar plantados a los investigadores para no hablar del tema.

Al menos eso descubrió el investigador Ernesto Román al escribir el libro El cine pornográfico de los ´90 editado por la Cineteca Nacional.

El material, que fue presentado ayer, tiene entonces citas tomadas de libros europeos y estadounidenses, así como las portadillas de cintas como Profesoras del amor, de Ángel Rodríguez Vázquez y Los machos de Micaela, de Ramiro Jiménez.

Ni la Sociedad de Realizadores, comprobó EL UNIVERSAL, tiene datos personales.

"Si uno se va antes de la década de los 90 se ve que es un cine marginal, nadie ponía su nombre en ellas, así que no podrían encontrarse datos, en los 40 y 50 era de meter a la cárcel a quien hiciera ese tipo de películas.

"Ahora pues si se conseguían los teléfonos, pero muchas veces me dejaron plantado", recordó Román.

El cine porno... fue hecho a petición expresa de Cineteca y duró cerca de año y medio su investigación.

Para su escritura, ante la falta de bibliografía nacional, Román solicitó materiales del extranjero.

"Son reflexiones sobre el tema, hay bibliografía en inglés, como no se pudieron tener entrevistas con los realizadores (mexicanos).

"Tampoco hay muchos datos, por eso se adoptó la mecánica de hacer una pequeña historia de lo que ha sido el cine porno", detalló el investigador.