De su experiencia en Nacho libre, cinta hollywoodense, Ana de la Reguera recuerda varias cosas: que la gente no quisiera saludarla cuando iba acompañada por su novio y vestida como monja; un aumento en su peso de cinco kilos, por comer a toda hora; y por supuesto el buen humor del actor Jack Black, a quien le trató de enseñar algunas groserías en español.

El año pasado, De la Reguera participó en el filme que se realizó en Oaxaca, interpretando a una monja de la cual un joven (Black) se enamora, haciéndose luchador para tratar de impresionarla.

"Jack es un tipazo, un gran actor y un gran compañero. Todos los días comía sopes, el panucho, lo clásico de allá, y por su culpa también subí de peso, porque siempre intentaba que comiera bien.

"Yo dentro del hábito de monja me valía gorro, después de todo a su lado me veía delgada, pero cuando terminé la película me fui a Veracruz y me veía como vaca, así que tuve que adelgazar", recuerda De la Reguera.

Y como estaba tan contenta por el rodaje, en ocasiones la actriz salía del set acompañada de su novio, sin imaginarse que más de una persona se le quedaría viendo feo, por creer que una religiosa se abrazaba y besaba con un hombre.

"Ni se acercaban a saludarme, un día fui a una tienda a comprar unos chicharrones con salsa, llegué vestida como el personaje, y no me querían atender porque pensaban que era una sacrílega... les tuve que explicar que era actriz y que estaba haciendo una película", comenta.

Ese mismo humor, generado por participar en su primera película hollywoodense, al lado de unos de sus actores de comedia favoritos, hacía que Ana bromeara constantemente con Black y el escritor de la historia, Mike White.

"Como Mike es vegetariano siempre, bajo su ensalada le ponía salchichas y se enojaba mucho, y como llevaba un perro, le decía que en un descuido lo íbamos a hacer tacos. Era muy divertido todo eso.

"A Jack nunca le hice bromas, bueno, él habla muy bien español y trataba de enseñarle groserías, él es un tipazo, de verdad, y pues hay que recordar que a su hijo (que acaba de nacer) prácticamente lo hizo en Oaxaca, no hay que olvidar eso", comenta.

El pasado lunes, De la Reguera estuvo en el estudio de doblaje para grabar sus diálogos, ya que cuando se estrene Nacho libre en México el 11 de agosto, existirán ambas versiones: subtitulada y doblada.

"Para mí toda la película ha sido un sueño hecho realidad, fue Oaxaca, fue Hollywood, fue Jack. Ahora que le gente me dice que hice una película grande me pongo a pensar que fui una persona, en un millón, que tuvo la oportunidad de hacerla. No sé si fue el destino, la vocación, la suerte, un poco de todo, no puedo estar más que contenta".